El ejercicio, «la mejor medicina para las personas mayores», según expertos

Un nuevo estudio recoge que es prioritario introducir el ejercicio físico en los programas de atención a las personas mayores

Expertos aseguran que realizar ejercicio físico es "la mejor medicina para las personas mayores"

Un nuevo estudio ha dejado claro que el ejercicio es la mejor medicina para las personas mayores. Por ello, aseguran que es prioritario integrarlo en los programas de atención a pacientes con fragilidad; así como en la práctica de la Medicina Geriátrica. 

Así lo recoge una declaración de consenso internacional liderada por Mikel Izquierdo, jefe de grupo del CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES) en la Universidad Pública de Navarra (UPNA). En dicho consenso han participado las principales instituciones científicas de ejercicio físico y envejecimiento saludable de todo el mundo. Entre ellas se incluye el National Institut of Aging de Estados Unidos.

Este documento basado en las personas mayores proporciona una justificación basada en la evidencia para el uso del ejercicio y la actividad física para la promoción de la salud y la prevención y el tratamiento de enfermedades en mayores.

La prescripción del ejercicio, por lo tanto, se discute en términos de modalidades y «dosis» específicas que se han estudiado en ensayos controlados aleatorios para evaluar su eficacia en atenuar los cambios fisiológicos del envejecimiento, la prevención de enfermedades y la mejora de las dolencias crónicas.

Riesgo de mortalidad por no hacer ejercicio

«Proponemos recomendaciones para salvar las lagunas en la literatura científica actual y optimizar el uso del ejercicio y de la actividad física tanto como medicina preventiva como agente terapéutico», explica el investigador del CIBERFES Mikel Izquierdo.

La práctica insuficiente de actividad física, ejercicio y el exceso de conductas sedentarias son potentes factores de riesgo de mortalidad por todas las causas y las cardiovasculares, obesidad, sarcopenia, fragilidad y falta de autonomía, entre otras, son dolencias crónicas asociadas con el envejecimiento.

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La Universidad de Harvard te ofrece una serie de ejercicios físicos para la salud de las personas mayores

Izquierdo, primer firmante de esta declaración, considera que por el contrario «en presencia de ejercicio o actividad física adecuados y saludables, estos cambios en la capacidad muscular y aeróbica con la edad se atenúan sustancialmente».

Factores claves de la actividad física en el envejecimiento de las personas mayores

La actividad física (incluida la participación en ejercicios estructurados) influye en los factores clave del envejecimiento también en las personas mayores, (incluida la inflamación crónica, la disfunción mitocondrial, la autofagia, el daño oxidativo, etc.).

Según los expertos el ejercicio y la actividad física tienen varios beneficios en las personas mayores:

Así, los efectos beneficiosos del ejercicio son globales y actúan tanto a nivel de multisistema fisiológico como de capacidad funcional.

El ejercicio físico mejora la independencia funcional de las personas mayores

Estos científicos consideran que se debe incluir una prescripción de ejercicio adecuada en todas las recomendaciones de atención médica. Todo ello en un esfuerzo por mejorar la independencia funcional, el bienestar psicológico y la calidad de vida para todos los adultos mayores, ya sean en forma o frágiles, de cualquier edad.

En este trabajo se incide que teniendo en cuenta la evidencia acumulada de los beneficios del ejercicio en mayores frágiles durante décadas, no se justifica no prescribirlo. Por todo ello, uno de los principales desafíos para el futuro es integrar los programas de ejercicio como parte obligatoria de la actividad de atención de pacientes ancianos prefrágiles y frágiles en todos los entornos hospitalarios, ambulatorios y de atención.

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A pesar de sus múltiples beneficios, el ejercicio no está completamente integrado en la práctica de la medicina geriátrica. Todavía está ausente de la formación básica de la mayoría de los geriatras y otros profesionales sanitarios.

Además, pocos estudios han explorado el papel potencial de las pautas de AF adaptadas para maximizar los efectos relacionados con el ejercicio en la función, la capacidad para realizar actividades de la vida diaria o en otros dominios de la capacidad intrínseca, como son los déficits cognitivos, psicológicos o sensoriales (visión o audición), y locomoción o vitalidad en los adultos mayores, lo que probablemente esté relacionado con la escasez de investigaciones en el área.

Un objetivo claro: mejorar los niveles de actividad física

El jefe de grupo del CIBERFES Mikel Izquierdo considera que «es de vital importancia abordar de manera eficaz no solo las causas conductuales de la mala salud y la desigualdad, sino también impulsar el apoyo social y ambiental para el ejercicio».

«Todo ello con el fin de mejorar los niveles de actividad física de los adultos mayores, con la implementación de estrategias y la modificación de espacios públicos y privados para reducir el comportamiento sedentario», sentencia.

El investigador del CIBERFES presentará la declaración de consenso en el próximo congreso internacional ICFSR (International Conference on Frailty and Sarcopenia Research) entre el 29 de septiembre y el 2 de octubre.

En este consenso internacional participan los mayores expertos en prescripción de ejercicio físico del mundo, que han publicado los más importantes ensayos clínicos sobre los efectos tan poderosos que tiene en ejercicio físico en la salud y la calidad de vida de las personas a cualquier edad y en especial en las personas mayores.

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