Que hay alimentos que suben o bajan la presión sanguínea es una realidad más que demostrada. ¿Pero qué ocurre con la leche, que es uno de los productos más demandados por la sociedad, y podemos incluirlo tanto en el desayuno como en la cena? ¿Qué efecto tiene la leche sobre nuestra tensión arterial? ¿Es beneficiosa o deberíamos ser precavidos con su consumo en según qué momentos del día para nuestra sangre?
Como bien sabes, la presión sanguínea es aquella que puede afectar a cualquier persona, aunque normalmente preocupa en especial a quienes van teniendo edades avanzadas.
Sucede que la sangre golpea sobre nuestros vasos sanguíneos, estrechándolos e impidiendo el paso con fluidez del plasma sanguíneo, tan vital para nuestro organismo.
Si no somos capaces de ofrecerle una solución a las paredes arteriales, no podremos evitar enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares en el futuro.
Mejoraremos así la circulación sanguínea, siempre de la mano del ejercicio físico y de la alimentación sana y saludable, que puede incluir la leche entre sus mejores planes.
¿Le conviene a nuestra presión sanguínea que tomemos leche?
The Conversation publica que el 70% de los lípidos de la leche corresponden a ácidos grasos saturados, considerados de cadena corta.
Esto quiere decir que son de fácil digestión, por lo que su proceso de coagulación permite colaborar estrechamente en el control de la presión sanguínea.
Hay que desmitificar aquel bulo de que se diga que la leche es perjudicial para la salud cardiovascular. Para nada: la leche es muy buena para nuestro corazón y nuestra tensión arterial. ¿Por qué?
- Los ácidos grasos de la leche se consideran fuente de energía rápida, y no los hace acumularse en el tejido adiposo
- En cuanto a las vitaminas, la leche es fuente de vitaminas de los complejos A, D y E
- La leche produce un efecto de saciedad que ayuda a controlar nuestro peso, por lo que no sólo conviene a nuestra sangre
¿Cuál tiene más calcio para nuestra sangre: la leche de vaca o la leche vegetal?
Ahora bien, los expertos siguen señalando que la leche es una fuente ideal de alimentación clave en nuestro crecimiento, pero también en la edad adulta.
Eso es debido a sus grandes componentes de proteínas, grasas, minerales y carbohidratos que lo convierten en uno de los alimentos indispensables para nuestra dieta.
Es muy difícil encontrar un alimento tan bueno como es la leche que ayude directamente a la presión sanguínea. Tiene proteínas fácilmente digeribles y cuenta con un imprescindible porcentaje de aminoácidos.
La leche de origen vegetal, según fijan algunos expertos, no serían tan completas como la propia leche de vaca, alta en contenido calcio respecto a su comparada.