El Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes rebajará del 33 al 25% el grado de discapacidad oficialmente reconocido exigible para acceder a las ayudas al estudio por necesidades educativas especiales derivadas de discapacidad.
Así viene recogido en el proyecto de real decreto por el que se establecen los umbrales de renta y patrimonio familiar, además de las cuantías de las becas y ayudas al estudio para el curso 2024-2025, que se tramita en estos momentos y se encuentra en fase de observaciones y sugerencias de los operadores educativos.
Educación recoge así una de las propuestas del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) que venía reclamando esta medida de flexibilización de los requisitos de acceso para que no quedaran fuera de estas ayudas al estudio determinada parte del alumnado con discapacidad.
AÚN QUEDAN MEDIDAS POR MEJORAR EN LA EDUCACIÓN PARA NIÑOS CON DISCAPACIDAD
Reconociendo este avance, el Cermi ha planteado como esenciales otras medidas de mejora como que aparte del grado de discapacidad, ahora del 25%, se establezca también como vía de acceso el que el alumno tenga declarada necesidad educativa especial derivada de discapacidad.
De igual modo, el Cermi pide que las ayudas al estudio y los subsidios para el alumnado con necesidad específica de apoyo educativo derivada de discapacidad abarquen también el primer ciclo de Educación Infantil, ahora excluido, pues ampliarlos es esencial dado que es, precisamente, en los primeros años de vida cuando se requieren apoyos de mayor intensidad lo que lleva aparejado mayor sobrecoste y gastos.
El Cermi fundamenta esta serie de propuestas de mejora del régimen de becas y ayudas al estudio en el caso del alumnado con discapacidad, en la mayor exclusión educativa a la que está expuesto esta parte del estudiantado.
En relación con el régimen general de becas, el Cermi propugna que el incremento previsto de las cuantías de las becas, en el supuesto de este tipo de alumnado, se extienda a todos los estudiantes con discapacidad, desde el 33% y no se restringa, como sucede ahora, a los del 65% o más, pues esto deja fuera al grueso de las personas con discapacidad que siguen estudios, que tienen mayoritariamente grados de discapacidad inferiores a ese límite.
El Cermi espera de Educación que tenga presente verdaderamente al alumnado con discapacidad en la política de becas y ayudas al estudio y lleve esta consideración al real decreto regulador con medidas de refuerzo como las planteadas, que minoran la desventaja objetiva con que este estudiantado parte.