Down España pide a los agentes educativos un esfuerzo a la hora de conseguir la inclusividad con respecto al alumnado con Síndrome de Down en las aulas. Con la vuelta a la rutina, niños pequeños y mayores con esta discapacidad, se han encontrado con numerosos obstáculos para poder integrarse con el resto de estudiantes y escolares.
Los problemas que han reclamado los padres tratan principalmente sobre la ausencia de apoyos dentro y fuera del aula, la dejadez del propio profesorado para remediarlo, la falta de una aplicación de una pedagogía estandarizada sin ajuste a la realidad individual de cada alumno, etc.
«Esta situación es insegura para las familias»
Para Mateo San Segundo, Presidente de Down España, que ha dedicado toda su vida a la docencia, “no podremos conseguir una sociedad abierta, inclusiva y comprometida con la igualdad de oportunidades, si las familias de personas con síndrome de Down siguen viviendo con temor e incertidumbre la inclusión de sus hijos con discapacidad en las escuelas ordinarias”.
“Esta situación de inseguridad para las familias -relata San Segundo- es el caldo de cultivo perfecto para que se sigan imponiendo respuestas basadas en la separación y en la segregación de personas con síndrome de Down en centros de educación especial, pensando equivocadamente que así estarán mejor atendidas», aseguran desde Down España.
Pensar así es un fracaso, una agresión al derecho fundamental de los niños y niñas a una educación en igualdad y un retraso social al que tenemos que hacer frente de una vez por todas”.
Desde Down España piden a profesores, educadores y profesionales de la educación, que sumen esfuerzos y pongan toda su voluntad en no dejar desatendido o apartado a ningún alumno por motivo de su discapacidad.
“Les pedimos un compromiso con el aprendizaje y la transformación inclusiva de las aulas y que apuesten por un cambio en las metodologías de enseñanza, con la mirada puesta en la construcción de una educación más justa, equitativa y adaptada a las diferencias de nuestros escolares”. Este compromiso, apuntan, debe ir en paralelo al de las administraciones públicas.
Para el presidente de Down España, “son las personas con discapacidad intelectual las que más ponen a prueba el funcionamiento de nuestro sistema educativo, y por tanto el cómo les atendemos refleja un indicador de nuestra mejora social. Cuanto mejor atendamos la diversidad en nuestras aulas, mejor estaremos aumentando la calidad educativa de nuestro sistema escolar”.