Por Lic. Karina Vimonte – Presidente de FUNDACION CODIS
A pesar de los avances realizados en materia normativa, legislativa y organizativa a favor de las Personas con Discapacidad todavía siguen vigentes las construcciones sociales negativas que impiden muchas veces la visibilidad real de quienes presentan esta condición.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que existen cerca de mil millones de personas en el mundo con algún tipo de discapacidad, o sea alrededor del 15% de la población mundial. Entonces ¿Por qué nos cuesta todavía relacionarnos con las Personas con Discapacidad? ¿Por qué aún para muchos pasan desapercibidas? ¿Por qué seguimos manteniendo una mirada de lástima hacia ellas?
Todas estas preguntas me llevaron a accionar desde hace más de trece años, día a día en forma ininterrumpida desde los medios de comunicación, con el programa internacional “SOMOS LO QUE HACEMOS”, precisamente para Cambiar la Mirada Social hacia la Discapacidad.
Porque todavía lo diferente nos asusta. En la era de las redes sociales, en la era de “parecer” antes que “ser” lo diferente nos aleja. En la era de “si quieres, puedes” ver reflejado los frágiles que en realidad somos, nos asusta. Ese miedo a pensar: “Uff!! Si me pasara a mí no sé si sería capaz de superarlo”. Y ahí va una buena noticia: sí, que podrías. Porque no tienes la opción de controlar que eso no te pase pero sí de elegir cómo quieres enfrentarlo y la única manera de seguir adelante es Aceptando lo que sucede. Aprender a convivir con lo que te pasa.
De hecho casi todas las personas viviremos algún tipo de discapacidad en algún momento de nuestra vida. Como así también nadie absolutamente nadie está exento de adquirir esta condición, debido a que la vida es incertidumbre y puede transformarse en tan solo un segundo. Por lo tanto es una temática que nos concierne a todos y en consecuencia debemos involucrarnos. De lo contrario estaremos abiertos a miedos, prejuicios, mitos y desinformación.
La discapacidad no es algo que se padece o posee. No es una enfermedad. No es algo por lo cual debemos sentir lástima, ni mucho menos una tragedia. Las personas con Discapacidad son sujetos de Derechos. No son minusválidas, no están incapacitadas. La discapacidad tampoco es un insulto. La discapacidad es una experiencia de vida, y si bien el camino a veces trae muchos desafíos, se hace mucho más difícil por las barreras que impone la sociedad que por las propias características de esa condición.
Si bien hubo avances, queda mucho aún por hacer para que la sociedad entienda qué significa vivir con una discapacidad y lo que es sentirse excluido en más de una ocasión.
De esta forma los medios de comunicación son indispensables en la apreciación que tiene nuestra sociedad de las personas con discapacidad. Ya que como consecuencia a partir de ellos la sociedad adquiere modos de expresión y hábitos. Los que trabajamos de manera profesional en los medios, tenemos el compromiso de informar y de educar, para conformar una sociedad diversa, incluyente y con plena aceptación de nuestras diferencias. La accesibilidad no debe ser sólo un tema de barreras arquitectónicas, sino también de lenguaje e imagen.
Es decir, el día que se deje de mostrar a las Personas con Discapacidad como “luchadores” que con sacrificio vencieron “la desgracia” y que por eso son “fuente de inspiración”, como sociedad habremos entendido todo.
Todos somos iguales ante la ley por precisamente ser diferentes y con la aceptación de un otro distinto como un legítimo otro. Compartiendo, con acuerdos y desacuerdos. Las sociedades se enriquecen por la diversidad de personas. Todos debemos y podemos contribuir a esa riqueza y CONVIVIR es la mejor forma de hacerlo.
Sigamos accionando para que las Personas con Discapacidad tengan posibilidades de ser autónomas. Se trata de lograr una plena convivencia en todos los aspectos de la vida, y esto supone, entre otras cosas, igualdad de oportunidades