Este es el dinero máximo en efectivo que podrás tener en casa si no quieres que te multen

Aunque sea nuestro, no podemos movernos con la cantidad de dinero en efectivo que queramos sin haberlo justificado antes a Hacienda

Cuidado con tener en casa más dinero en efectivo del permitido

¿Cuál es la situación del dinero en efectivo en España? A pesar de que al igual que ocurre en otras partes del mundo las tarjetas bancarias y aplicaciones móviles como Bizum están en auge, nuestro país aun prefiere el metálico para pagar. Pero, ¿A qué puede deberse esta preferencia? Bien es cierto que la diferencia cada vez es menor, pero el dinero en efectivo, sigue siendo la forma de pago más elegida en nuestro país.

Los motivos pueden ser muchos. No obstante, destaca una amplia población mayor que está acostumbrada a manejarse con dinero en efectivo y esa transición hacía la tecnología, la deja más de lado. También hay quien por convicción, confía en llevar a cabo una mejor economía familiar si controla el metálico que pasa por sus manos. Finalmente, no podemos obviar que en España existe una gran economía sumergida que necesita de este dinero en efectivo sin controlar, para subsistir. Es por todo ello, que posiblemente nuestro país no será uno en los que desaparezca esta opción.

¿Cuánto dinero en efectivo puedo tener en casa?

Hacienda está siempre al acecho del dinero en efectivo que hay en España. Es por ello, que muchos ciudadanos se preguntan cuánto de cuánto metálico podemos disponer en casa. Pues bien, siempre que se pueda justificar su procedencia, es decir, esté declarado, la ley no tiene establecido ningún límite. Esto significa, que puedes tener todo el que quieras. No obstante, por seguridad, se recomienda no tener más de los necesario para cubrir los gastos fijos de entre seis y doce meses.

Límite de dinero en efectivo que puedes tener en casa
Límite de dinero en efectivo que puedes tener en casa

Entonces, ¿Dónde pone la ley el límite? Precisamente en que todo sea legal. Es decir, la Agencia Tributaria persigue el blanqueo de capitales y la economía sumergida, un problema que puede llegar si sacamos dinero en efectivo en grandes cantidades del banco. Pues en este caso, sí está limitado. Cabe recordar, que la cantidad máxima que se puede retirar de una entidad bancaria es de 3.000 euros. No obstante, a partir de los 1.000 euros, Hacienda puede pedir los datos de esa operación a nuestro banco.

Otra limitación clara es sobre el dinero en efectivo que una persona puede llevar encima. En este caso, la Ley 10/2010 del 28 de abril establece que en España una persona no puede ir con más de 100.000 euros en metálico. Por tanto, si se quiere transportar una cantidad superior de dinero en efectivo, la única forma es declarar ese dinero a Hacienda para que contemple datos como la procedencia y el destino de la cuantía.

Efectivo que debemos guardar en casa

Como hemos comentado anteriormente, no existe ningún tipo de ley que establezca un límite sobre el dinero en efectivo que podemos tener guardado en casa. Por tanto, todas aquellas personas que prefieran tener sus ahorros en su domicilio, tienen libertad para hacerlo. No obstante, debe ser un dinero declarado y de procedencia legal, de lo contrario, podríamos incurrir en un delito fiscal, entre otros.

Sin embargo, el Banco de España no recomienda guardar todo nuestro metálico en casa. ¿El motivo? La seguridad. Bien es cierto que hay personas que se inclinan por esta opción, ante la falta de confianza en los bancos. Es por ello, que una buena elección puede ser apostar por el término medio: La mitad en cada lugar. No obstante, el motivo del Banco de España es coherente: Si tienes todos tus ahorros en casa, te expones a que a causa de un robo, un incendio o cualquier otra desgracia, te quedes sin nada.

No obstante, esta mismas institución sí recomienda tener algo de dinero en efectivo guardado en casa. ¿Cuánto? Pues bien, el consejo del Banco de España es que se calculen los gastos fijos de un mes, y se multiplique por seis o por doce. El objetivo es tener a mano lo suficiente para poder subsistir durante al menos seis o doce meses en caso de que ocurriese algún imprevisto que nos impidiera acceder a nuestras cuentas bancarias.

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