¿Te ponen melón con jamón en los restaurantes? Ocurre que como en todo en esta vida, hay quien quiere tomar ventaja apellidando ibérico al jamón que no lo es. ¿Cómo podemos conseguir que no nos den gato por liebre? Pues en este artículo vamos a dar con todas las claves para que sepas distinguir de sobra entre dos alimentos que no provienen ni mucho menos del mismo origen.
El jamón es, quizá, uno de los alimentos más representativos de España. Una buena tapa o ración no se le resiste mucho al personal. ¿Pero sabemos cuándo es ibérico y cuándo no?
Hay muchas variantes, por más que en ocasiones veamos que en el mismo plato puede caber el mismo embutido de siempre. Pues nada más lejos de la realidad, para ser sinceros.
¿Basta sólo con verlos? Pues los expertos jamoneros y quienes suelen trabajar en hostelería creen que con tan sólo mirarlos, casi se pueden discernir hasta los andares de un jamón serrano o uno ibérico.
«Hay gente que confunde el jamón ibérico con el serrano, porque visualmente son similares y tampoco nos han enseñado a diferenciarlos», comenta Enrique García para El Economista.
La gran diferencia que existe entre el jamón serrano y el jamón ibérico
Por si no lo sabías, para irse a la gran desigualdad entre los jamones que existen en la actualidad, hay dos claves esenciales que giran en torno a los cerdos de los que proceden:
- El jamón serrano es el resultado parcial de lo que se obtiene de un cerdo blanco
- Ahora bien, el jamón ibérico procede del auténtico cerdo de raza ibérica

Lo que sucede normalmente es que en la exportación, muchos cerdos se suelen identificar como ibéricos por parte de locales cuando realmente no lo son. Se da y se sobra jamón serrano por ibérico.
En otro orden de cosas, la alimentación de ambos deja claramente una herencia que incide directamente sobre el sabor de la carne.
Otra diferencia que los jamoneros apuntan es que la pezuña suele ser blanca cuando el jamón es serrano, mientras que la pezuña es negra en la raza ibérica pura.
¿Cuánto debe curarse el jamón ibérico respecto al jamón serrano?
Los veteranos de la hostelería se percatan de cual es el jamón de mayor calidad con tan sólo verlos por el color rojo intenso, que es el que caracteriza al jamón ibérico.
Suele tener un tono más pálido la carne del jamón serrano, ya que el cerdo blanco suele crecer en naves, mientras que en el campo disfrutan los cerdos ibéricos.
Respecto a lo que atañe a la curación, un jamón ibérico debe estar curándose al menos dos años. Esa cantidad se reduce a uno si es un reserva y 15 meses para un gran reserva.