Día Mundial de la Espina Bífida

Día Mundial de la Espina Bífida

Mujer embarazada

La Espina Bífida es una malformación congénita (llamada comúnmente defecto congénito) por la cual la columna vertebral no se desarrolla normalmente en las primeras semanas del embarazo. Ello provoca daños permanentes en la médula espinal y el sistema nervioso del bebé y puede dar lugar a parálisis de los miembros inferiores o problemas funcionales del intestino y la vejiga, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El 25 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Espina Bífida. El mensaje de las asociaciones sobre la enfermedad se centra en la prevención de esta malformación congénita. También se centra en la necesidad de mejorar la calidad de vida de los afectados desde niños. En España entre 8-10 de cada 10.000 recién nacidos presenta alguna malformación del tubo neural de los cuales más de la mitad de ellos están afectados por espina bífida.

En la mayoría de los casos, la espina bífida se diagnostica antes del nacimiento. Sin embargo, algunos casos leves pueden pasar desapercibidos hasta después del nacimiento. Los casos muy leves, donde no hay síntomas, pueden no detectarse nunca.

Síntomas de la Espina Bífida

Los signos y síntomas de la espina bífida varían según el tipo y la gravedad, además de que pueden ser diferentes en cada persona. Por ello, existen cuatro tipos de espina bífida: oculta, defectos del tubo neural cerrado, meningocele y mielomeningocele.

Causas de la Espina Bífida

Todavía se desconoce el origen y las causas de la espina bífida, pero muchos científicos coinciden en que puede ser el resultado de una combinación de factores de riesgo genéticos y ambientales, como antecedentes familiares de defectos del tubo neural y deficiencia de folato.

Tratamiento de la Espina Bífida

Según los conocimientos actuales, el consumo de ácido fólico desde tres meses antes de un embarazo planificado, contribuye a evitar la aparición de la espina bífida. Los alimentos con alto contenido de ácido fólico son las verduras, las yemas de huevo y algunas frutas. Muchas multivitaminas también contienen la dosis recomendada de ácido fólico. En cada caso el médico indicará la pauta de administración del ácido fólico.

Una vez se ha diagnosticado la existencia de espina bífida, no existe un tratamiento curativo específico. Dependiendo del tipo de lesión, lo primero que se hace a un niño con espina bífida es una operación para corregirlo. En la actualidad ya se realizan intervenciones quirúrgicas intraútero, con el fin de minimizar las lesiones del niño/a.

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