La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración, según la OMS.
La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional.
Por ello, cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial contra la Depresión. Este día tiene un objetivo claro: informar y concienciar a la población sobre esta enfermedad.
España es uno de los países europeos con la tasa más alta de personas que la padecen, y es que a pesar de ello, sigue siendo un tema tabú que muchas veces no se trata llegando a haber un 50% de personas sin diagnosticar.
Síntomas de la depresión
Esta enfermedad da a la luz en cuestión de semanas, y entre sus principales síntomas están: malestar general, falta de energía, dolores indeterminados… El paciente siempre empieza con apatía, tristeza, no quiere salir de casa y se encuentra abatido.
De esta manera, las personas que rodean al afectado juegan un papel crucial en su recuperación. Además de ser necesario acudir a un profesional para poder salir de esta situación.
Causas
En cuanto a sus causas, la depresión puede venir precedida por infinidad de motivos. Como pueden ser problemas familiares, en el trabajo, con las parejas, inseguridad o insatisfacción personal.
“La depresión es uno de los mayores problemas de salud pública en Europa, hoy en día, por ello llamamos a los gobiernos para que tomen un acción política inmediata y decisiva para garantizar que la depresión se priorice dentro de las acciones para mejorar la salud en general y la salud mental, en particular, de las personas que la padecen”, asegura la Asociación Europea de la Depresión.
Tratamientos
El objetivo principal del tratamiento es conseguir la remisión de los síntomas y que la persona logre la recuperación de su funcionamiento en los diferentes ámbitos de la vida: familiar, social y laboral.
- Tratamiento psicofarmacológico con antidepresivos: es clave para conseguir la remisión y evitar la recaída. Es importante conocer que el tiempo de actuación de estos fármacos requiere de varios días, incluso semanas, para alcanzar su efecto. Si la respuesta al tratamiento antidepresivo es adecuada, puede esperarse una mejoría progresiva a lo largo de varias semanas o meses. Para prevenir recaídas y recurrencias se debe continuar el tratamiento durante periodos de tiempo largos, aun cuando ya se esté bien.
- Tratamiento psicoterapéutico: puede ser efectivo de forma aislada o combinada con el tratamiento farmacológico.
- Otras terapias: En determinadas circunstancias, bajo control anestésico y con fármacos relajantes musculares, algunas depresiones responden a la terapia electroconvulsiva. Se indica fundamentalmente en depresiones mayores graves con alto riesgo de suicidio o deterioro físico grave. En la depresión resistente y por elección informada de la persona enferma.
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