La Dirección General de Tráfico (DGT) ha intensificado los controles en los reconocimientos médicos para renovar el carnet de conducir, y el test de ‘Snellen’, clave para evaluar la agudeza visual, está en el centro de las críticas de los jubilados mayores de 65 años.
Este examen, realizado en los Centros de Reconocimiento de Conductores (CRCs), puede imponer restricciones como no conducir de noche, afectando la autonomía de muchos. Basándonos en fuentes oficiales de la DGT, explicamos cómo funciona este test y por qué genera controversia.
El test de Snellen: ¿qué es y cómo se aplica?
El test de Snellen, incluido en el Protocolo de Exploración Médico-Psicológica actualizado por la DGT en 2022, mide la agudeza visual a cinco metros. Los conductores deben leer letras de tamaños decrecientes en una tabla, con o sin corrección (gafas o lentillas).
Según la web oficial de la DGT, el umbral mínimo es una agudeza visual binocular de 0,5. Si no se alcanza, un médico evalúa si el conductor puede seguir conduciendo, pudiendo imponer restricciones como limitaciones nocturnas o el uso de lentes específicas.
Para mayores de 65 años, la prueba es idéntica, pero condiciones como cataratas, glaucoma o degeneración macular, comunes en esta edad, dificultan superarla. El protocolo también exige evaluar el campo visual y la sensibilidad al deslumbramiento, aspectos críticos para conducir en condiciones de baja luz.
Carnet de conducir con códigos restrictivos
Cuando un conductor no cumple los requisitos visuales, la DGT puede emitir un carnet con códigos restrictivos, como el 01.06 (prohibición de conducir de noche). Esto ha generado rechazo entre los jubilados, que ven limitada su movilidad, especialmente en áreas rurales.
El coste del reconocimiento (20-50 euros, exento de tasas a partir de los 70) y el temor a perder el carnet agravan la situación. Según Tráfico y Seguridad Vial, la DGT prioriza la seguridad, pero los mayores consideran estas medidas excesivas.
No pasar con éxito el test de Snellen puede significar la antesala de la retirada del carnet de conducir, ya que puede indicar problemas a corto plazo que saldrán a la luz en próximas pruebas. La DGT no retira el carnet únicamente por fallar el test de Snellen, pero la pérdida del permiso puede ocurrir en estas circunstancias:
- Agudeza visual severamente insuficiente: Si la agudeza binocular está por debajo de 0,5 y no mejora con corrección (gafas, lentillas o cirugía), el conductor será considerado no apto. Por ejemplo, enfermedades avanzadas como cataratas no operables, glaucoma severo o retinopatía diabética pueden llevar a esta decisión.
- Pérdida significativa del campo visual: Si el campo visual es inferior a 120° (por ejemplo, por glaucoma avanzado o hemianopsia tras un ictus), el permiso puede ser denegado, ya que compromete la percepción de vehículos o peatones.
- Imposibilidad de cumplir restricciones: Si el conductor no puede adaptarse a restricciones impuestas, como usar lentes específicas o evitar conducir de noche (código 01.06), y su visión sigue siendo insuficiente, el CRC puede declarar la no aptitud.
- Afecciones agravantes no tratadas: Problemas visuales combinados con otras condiciones (como deterioro cognitivo o neurológico) detectadas en el reconocimiento médico pueden justificar la retirada, según el protocolo de la DGT.
- Negativa a someterse a evaluaciones adicionales: Si el médico solicita pruebas oftalmológicas complementarias (por ejemplo, un informe de un especialista) y el conductor se niega, el CRC puede emitir un informe desfavorable.
Renovación del carnet de conducir para mayores
Los conductores mayores de 65 años renuevan cada cinco años (o cada dos a partir de los 70) en un CRC, sin necesidad de acudir a una jefatura. La DGT recomienda revisar su web para preparar el trámite. El test de Snellen garantiza seguridad vial, pero sus restricciones nocturnas desafían a los mayores, que reclaman flexibilidad para mantener su independencia.