La Dirección General de Tráfico (DGT) es el organismo encargado de velar por el buen funcionamiento y sobre todo, la seguridad, en la red de carreteras de España. Por este motivo, tiene varias estrategias mediante las cuales, llegar a los usuarios de las vías. Entre otras, estas contemplan la educación vial, la planificación y la renovación constante de la normativa, adaptándola a las nuevas necesidades.
En cuanto a la educación, la DGT tiene la opción de instruir a los conductores mediante la obligatoriedad de obtener permisos de conducir. De este modo, ya implementa una cierta responsabilidad en todos ellos. Pero además, crea campañas puntuales que mediante los medios o divulgación en centro, también consigue llegar a la mayor parte de los conductores y usuarios de la vía.
Por otra parte, la DGT planifica puntos y épocas de especial vigilancia, en base a las necesidades que van surgiendo o que ya están establecidas. Es decir, refuerza y organiza estrategias para que el tráfico fluya de la mejor manera posible y evitar que pese a una mayor afluencia, haya los menos accidentes posibles. Esto sucede, entre otras épocas, en las fechas señaladas por puentes o festivos, en Navidad, Semana Santa o en los días 1, 15 y 30 de los meses de verano.
Pero además, la DGT necesita renovar su normativa en base a las nuevas necesidades que van surgiendo o a actuaciones que aun sin ser novedosas, siguen siendo un peligro para la circulación. De este modo, uno de los métodos más efectivos, sigue siendo el de endurecer las multas y penas establecidas para cada infracción. Pues por desgracia, hay infracciones que no se dejan de cometer y que la única manera de frenarlas es subiendo la cuantía de las sanciones.
La DGT pone el foco en los intermitentes
La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene localizadas las infracciones más repetidas entre los conductores. Entre ellos, superar los límites de velocidad establecidos o no usar los intermitentes, son algunos de los que más se detectan. No obstante, el organismo de tráfico cuenta con un gran número de hechos que son objeto de sanción, que como ocurre con el resto de la ley, aunque muchas personas no las conozcan, eso no les exime de cumplirlas.
Una de esas infracciones que todos los conductores deben tener en cuenta, gira en torno a los intermitentes. Este elemento del coche es muy importante, pues sirven para indicar la dirección que va a llevar un vehículo antes de que ponga rumbo a esa dirección. Por tanto, su uso es vital para evitar accidentes. De este modo, deben siempre usarse cuando se realice un giro, un cambio de sentido, un adelantamiento o una incorporación a la vía, así como a la hora de aparcar, de cambiarse de carril o de salirse de una rotonda.
¿Qué ocurre si no se usan los intermitentes?
A pesar de la importancia de los intermitentes, la DGT tiene constancia de que es uno de los elementos que los conductores más pasan por alto a la hora de conducir. Sin embargo, el Reglamento General de Circulación indica que no usar los intermitentes en circunstancias en las que sean necesario, puede conllevar una multa de hasta 200 euros.
Pero aún hay más. Y es que al igual que una persona puede ser multada por no activarlos siendo necesario, en caso de activarlos sin ningún motivo, la sanción también está contemplada. Así que es vital conocer las situaciones en que sí son necesarios y en las que no. Además, activarlos antes o más tarde de lo establecido, también puede acarrearte tener que pagar hasta 80 euros de multa.