El exceso de velocidad en carretera sigue siendo una de nuestras asignaturas pendiente según la DGT. Por ello, es necesario el uso de radares que la controlen. Bien es cierto que conducir a la velocidad exacta que marcan las señales no es tarea fácil, por lo que muchos nos preguntamos si es precisa esta exactitud para que no nos multen.
¿Cómo controlan los radares la velocidad? Estos dispositivos funcionan a través de ondas de radio. Estas impactan contra los vehículos que van por la carretera y rebotan de vuelta al radar. El sonido de la onda que produzca es el que determinará la velocidad a la que vamos.
La DGT ha dejado claro que son dispositivos necesarios y totalmente fiables. Además, ha revelado el margen de maniobra con el que cuentan para que cuando se aplique una sanción, esté lo suficientemente justificada.
¿A qué velocidad salta un radar? La DGT tiene la respuesta
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la velocidad permitida en una vía y la que el radar tiene registrada para saltar, no es la misma. Esto nos da un pequeño margen de error antes de ser sancionados. Aunque no hay que confiarse, este margen es mínimo.
Según los datos de la Dirección General de Tráfico, podemos sobrepasar la velocidad entre 5 y 7 kilómetros por hora. Además, esta diferencia depende del tipo de radar. Si es un radar fijo, se cumple lo que la Guardia Civil define como ‘la regla del 7’. Esto quiere decir que si en una carretera limitada a 100 kilómetros por hora vamos a 101, no seremos multados. Sin embargo si sobrepasamos los 107 kilómetros por hora, el radar saltará.
Esta regla no se cumple con todos los dispositivos. La cifra varía dependiendo de si es un radar fijo, móvil o estático. La que sí cumplen todos los radares es la ‘regla del 5’. Esto quiere decir que podrás ser sancionado en cualquier vía donde rebases la velocidad máxima permitida en 5 kilómetros.
Aún así, te recomendamos que no te confíes. Con la nueva Ley de Tráfico han entrado en funcionamiento los llamados Veloláser o radares invisibles. Estos tendrán un margen aún menor en los controles de velocidad, por lo que lo mejor será ajustarse a los límites permitidos.
De cualquier modo, no hay que olvidar que la DGT implanta este tipo de dispositivos para salvaguardar la seguridad de todos nosotros, pues los datos siguen demostrando que el exceso de velocidad es la principal causa de accidentes de tráfico de nuestro país.