Desirée Vila se incorpora este 2020 al equipo de embajadores que apoyan a la Fundación Adecco en su proyecto #EmpleoParaTodos. La misión es dignificar la vida de las personas en riesgo de exclusión a través del empleo.
Ella es una deportista paralímpica y protagonista de varias campañas inclusivas de grandes marcas.
Desirée Vila centrará su labor en la sensibilización de entornos empresariales a través de jornadas con empleados. Además, trabajará con jóvenes en escuelas y centros comprometidos en busca de la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad.
En estos encuentros, la nueva embajadora compartirá su mensaje de superación e inclusión a través de la historia de su vida, que utiliza como hilo conductor.
Con esta incorporación, Desirée Vila se une a un equipo de embajadores constituido por otros rostros conocidos y referentes en el ámbito de la discapacidad: Pablo Pineda, Juan Manuel Motilla (El Langui), Raquel Domínguez, Edu Carrera y María Petit.
Su historia de superación
Desirée Vila, gimnasta acrobática desde su niñez, perdió una pierna con 16 años. Una negligencia médica le dejó sin pierna en un momento en el que se estaba preparando para el Campeonato Europeo de Gimnasia Acrobática.
A partir de ese momento tuvo, no solo que reorientar su carrera deportiva, sino también aceptar a su nuevo “yo”, todo un reto en la edad adolescente.
En esta inmersión personal, se inició en el tenis en silla, el baloncesto y la natación. Aunque finalmente triunfó en el atletismo adaptado, donde no ha dejado de cosechar éxitos.
Actualmente, Desirée Vila ostenta el récord nacional en los 100 y 60 metros, así como en salto de longitud.
Por otra parte, está estudiando un grado universitario. Sus estudios los compagina con sus entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Española de Atletismo.
Desirée Vila afirma que “acercar el empleo a las personas con discapacidad es una prioridad nacional y por eso me sumo al proyecto de la Fundación Adecco».
«En pleno siglo XXI, urge poner por delante a la persona y no a su discapacidad», señala Desirée Vila.»Mi reto como embajadora es, precisamente, que las empresas y la sociedad se abstraigan y eliminen todos los prejuicios y sesgos que eclipsan lo verdaderamente importante: el talento, los valores y las competencias de las personas”.
Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco explica que “Testimonios como el de Desirée Vila generan empatía y ésta conduce a la sensibilización. Este es el primer paso para allanar el camino de las personas con discapacidad en los entornos empresariales. Sensibilización no es sinónimo de solidaridad ni de filantropía, sino de capacidad para saber ver las competencias y el valor de las personas por encima de cualquier etiqueta discriminatoria”.