Un equipo dirigido por investigadores del Centro de Investigación Eugenia Menni (CREM) en Brescia (Italia), han demostrado por primera vez cómo las células madre recogidas de membrana amniótica humana puede retrasar la progresión de la cicatrización en la fibrosis pulmonar. Este estudio preclínico podría conducir a nuevos tratamientos para esta enfermedad mortal, según publican sus autores en la revista ‘STEM CELLS Translational Medicine’ (SCTM).
La fibrosis pulmonar idiopática (FPI) se caracteriza por la cicatrización del tejido pulmonar. Con el tiempo, esa cicatrización empeora hasta que los pulmones no pueden absorber suficiente oxígeno, lo que afecta la calidad de vida de la persona y finalmente conduce a la muerte. A nivel mundial, afecta a entre 13 y 20 de cada 100.000 personas, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Si bien los medicamentos actuales (y en algunos casos, un trasplante de pulmón) pueden extender la vida de un paciente más allá de los tres a cinco años previstos desde el momento del diagnóstico hasta la muerte, no hay cura.
Se desconoce la causa de la FPI, aunque muchos expertos médicos creen que probablemente sea el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales. La creciente evidencia también sugiere un vínculo entre la inflamación y el desarrollo y la progresión de la cicatrización del pulmón. Esa información inspiró el estudio actual, explica Anna Cargnoni, quien dirigió la investigación bajo la supervisión de la directora del CREM, la profesora Ornella Parolini.
Estudio llevado a cabo en ratones
«Las células del estroma mesenquimatoso derivadas de la membrana amniótica humana (hAMSC) muestran una capacidad marcada para afectar el sistema inmunológico del cuerpo –explica–. Se ha demostrado que reducen la fibrosis pulmonar en ratones, posiblemente creando un microambiente que limita la evolución de la inflamación crónica que conduce a la formación de cicatrices. Sin embargo, la capacidad de las hAMSC para modular las células inmunes, y específicamente las células B, involucradas en la inflamación pulmonar aún no se ha descrito claramente. Eso es lo que buscamos hacer en nuestro estudio».
El equipo realizó su estudio en ratones, comenzando por inducir cicatrices pulmonares con el medicamento bleomicina, que instilada intratraquealmente produce lesiones en los alvéolos (los pequeños sacos de aire en los pulmones) y la consiguiente fibrosis pulmonar.
Luego inyectaron un grupo de animales con hAMSC recién aisladas y otro grupo con hAMSC expandidas in vitro, para abordar la importante cuestión de cómo la expansión in vitro afecta las capacidades terapéuticas de las hAMSC. Un tercer grupo de animales, el grupo de control, se trató con la solución salina utilizada para inyectar hAMSC pero sin las células.
Con el fin de explorar si el tratamiento con hAMSC puede afectar las células inmunes que las lesiones inducidas por bleomicina se reclutan en los pulmones, las células inmunes se recolectaron a los cuatro, siete, nueve y 14 días después del tratamiento, desde los espacios alveolares de los animales tratados y grupos de control.
Las células madre derivadas del líquido amniótico obstaculizan la inflamación
Las células inmunes de los animales se identificaron y cuantificaron mediante una técnica llamada citometría de flujo. Los tejidos pulmonares también se recolectaron al mismo tiempo y se analizaron para determinar la expresión génica de marcadores asociados con diferentes tipos de células inmunes.
«Descubrimos que tanto las hAMSC recién recolectadas como las expandidas podían controlar el reclutamiento, retención y maduración de las células B en los pulmones enfermos –añade–. Esto es importante porque en los pacientes con FPI, las células B forman agregados pulmonares con células T y se activan continuamente Las células T crean una condición inflamatoria autosuficiente».
«Al modular las células B, las hAMSC pudieron romper este ciclo y, por lo tanto, ayudar a mitigar la progresión de la inflamación pulmonar y, en consecuencia, también la cicatrización –explica el doctor Cargnoni–. Creemos que estas ideas clave sobre el potencial terapéutico de las hAMSC proporcionan más evidencia del posible uso clínico de las hAMSC en el tratamiento de la FPI y otras enfermedades fibróticas relacionadas con la inflamación».
«Este estudio preclínico demuestra que las células madre derivadas del líquido amniótico tienen la capacidad de obstaculizar la inflamación y retrasar la cicatrización en el tejido pulmonar –añade Anthony Atala, editor en jefe de ‘STEM CELLS Translational Medicine’ y director del Wake Forest Institute for Regenerative Medicine–. Estas células podrían eventualmente usarse para nuevos tratamientos de una enfermedad pulmonar mortal para la cual todavía no se conoce una causa o cura».