La depresión es una enfermedad mental que afecta directamente a nuestro estado de ánimo. Es el trastorno psicológico más común en todo el mundo, según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, y si no es trata adecuadamente puede provocar nuevas patologías de carácter grave en la persona.
Las personas suelen desarrollar depresión en los periodos navideños, especialmente por echar de menos a seres queridos. Es una época del año donde familias y amigos tienden a reunirse, todos en una misma mesa para celebrar y dar gracias a la vida.
Sin embargo, determinadas personas pueden entrar en depresión en esta época del año, donde los sentimientos afloran con más fuerza que nunca. El sentimiento de soledad es una de las principales causas de la depresión navideña.
Además, en este año 2020, las estimaciones con respecto a la depresión navideña son más elevadas que nunca. La limitación de movilidad, restricciones horarios y limitación del número de personas reunidas puede provocar un sentimiento de tristeza en muchas personas, que experimentado de forma extrema puede llevar a la depresión.
Por desgracia la pandemia del Coronavirus se ha cobrado la vida de miles de personas en todo el mundo. Personas que ya no estarán esta Navidad como cada caño. Esto puede generar un sentimiento aún superior de tristeza sin precedentes.
Causas de la depresión en Navidad
Existen muchos factores que pueden desencadenar en el desarrollo de depresión. La Navidad es un periodo para estar felices, rodeado de seres queridos y una fiesta para dejar atrás todo lo malo que ha deparado del año; eso es lo que nos hacen pensar las televisiones y las campañas comerciales. Sin embargo, la realidad a veces no es tan maravillosa como la pintan, por lo que pueden provocar problemas psicológicos en determinadas personas.
La Navidad es periodo de organización de comidas, eventos, comprar regalos para los más pequeños o sacar una sonrisa ante los seres queridos. Este aceleración de la rutina puede generar un profundo estrés, especialmente en personas adultas.
Por otra parte, la Navidad y el Nuevo Año siempre nos hacen replantearnos nuestra existencia. Pensamos en como ha sido nuestro año a nivel personal, laboral o económico. Es un periodo de autoevaluación, que a veces puede desembocar en una espiral negativa si no hemos cumplido los objetivos marcados.
La ausencia de seres queridos, principalmente fallecidos, es uno de los motivos más comunes de la depresión en Navidad. Da igual que hayan pasado años desde la pérdida de un familiar o amigo, su sitio en la mesa es irremplazable y los sentimientos se vuelven más agudos.
Además, también influyen parámetros meteorológicos. Durante la Navidad las noches son más largas, hay menos horas de sol; el frío hiela los huesos y la lluvia marcan días oscuros. Todos estos factores atmosféricos inciden negativamente en el estado de ánimo de las personas.
Podemos contrarrestarla
La depresión navideña suele ser menos agresiva que la depresión común, ya que solo se concentra en varios mese del año y normalmente son superadas una vez dejamos atrás la Navidad y toda su parafernalia. No obstante, en algunos casos el padecimiento de la depresión navideña solo es la primera piedra para caer en una profunda depresión.
Probablemente la Navidad en 2020 no sea lo ideal que debería ser para la inmensa mayoría de personas. Pero no es el momento de venirse abajo, debemos afrontar este periodo del año con actitud positiva y creer en un mejor porvenir. En este sentido, existen una serie de consejos para prevenir el desarrollo de la depresión navideña:
En nuestra vida, ahora más que nunca debe imperar la tranquilidad. Intenta no dejar todos los preparativos para el final, aún en esta situación de incertidumbre generada por la pandemia. Compartir responsabilidades con familiares o amigos ayudará a repartir cargas de trabajo y favorecerá al estado de ánimo.
Es tiempo para relajarnos y disfrutar de nuestros seres queridos. Pero especialmente en este año 2020 es un periodo para sentirnos bien con nosotros mismos. No ha sido un año fácil para nadie, pero es el momento de ganarles el pulso a la vida.
No tienes que estar feliz por obligación. Quizás no atravieses por tu mejor momento y por ello no tienes que demostrar a los demás que estás disfrutando. Procesa pensamientos realistas para no auto provocarte trastornos mentales.
Si por desgracia no puedes disfrutar de tus seres queridos a causa de la pandemia es momento de reencontrarte contigo mismo. Un simple paseo al aire libre puede hacerte sentir mucho mejor y encarar la Navidad con otra mentalidad.
Es inevitable echar de menos a un ser querido que falleció. Sin embargo, cuando aparezcan sus recuerdos no te recrees en la tristeza. Intenta rememorar los buenos momentos vividos.