Comenzado el 2022 y con el 2021 todavía en la retina, llega la hora de hacer balance. En materia de dependencia personal, la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales ha realizado un informe sobre las residencias para personas mayores y su situación durante la pandemia del Covid-19. Un trabajo de dependencia que muestra el déficit de plazas residenciales.
La ratio de cobertura de plazas en residencias que tiene España por cada 100 mayores de 65 años es de 4,19. Un año antes era de 4,22. Un leve descenso que vuelve a mostrar que faltan 75.699 plazas residenciales para alcanzar la ratio de 5 por cada 100 habitantes mayores de 65 años, que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El trabajo realizado deja otros datos desoladores, como el de personas que se encuentra en la lista de espera de la dependencia. En este caso son más de 150.000 personas las que aun esperan en materia de dependencia.
Además, el informe recoge que el 64% de las plazas en residencias para personas mayores están financiadas por el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD). Pero la cifra total es menor a la que había antes del inicio de la pandemia, cuando tenía 1.720 plazas más que en la actualidad.
Faltan más de 75.000 plazas residenciales en España
Como hemos señalado anteriormente, para cubrir el ratio de 5 plazas residenciales por cada 100 personas mayores de 65 años que estima la OMS son necesarias crear 75.699 plazas
Y haciendo referencia a la actual número de personas en dependencia severa o grandes dependientes que están en lista de espera, habría que crear unas 63.000 plazas en residencias de personas mayores.
El incremento de 643 plazas residenciales en 2020 supone solo un 0,2% respecto al año anterior. Teniendo en cuenta el incremento del número de personas mayores en España, el índice de cobertura (plazas por cada 100 personas mayores de 65 años), se reduce, como viene ocurriendo en los últimos ocho años, en los que se reduce 0,43 puntos
Los 5.529 centros residenciales que había en España al finalizar 2020 son 13 menos que el año anterior, lo que confirma el estancamiento del sector. Los centros públicos para la dependencia son 1.451 (16 más que el año anterior), y los privados 4.078 (29 menos que antes de la pandemia).
El resultado es un mayor déficit de plazas residenciales año a año: si en 2014 faltaban 53.103 plazas para alcanzar la ratio del 5%, en el último año este déficit alcanza las 75.699.
Más de 150.000 personas en la lista de espera de la dependencia
Atendiendo a la demanda que existe actualmente sin atender, serían necesarias de manera inmediata no menos de 62.000 plazas residenciales para las personas con Dependencia Severa (Grado II) o Grandes Dependientes (Grado III).
Según datos oficiales, atendiendo a los datos del SAAD y el Imserso, hay en lista de espera 91.729 personas con Grado II y III. Asimismo, más 67.000 personas están pendientes de valorar y que previsiblemente obtendrán uno de esos grados de dependencia.
De esta manera, el numero se eleva hasta las 158.729 personas, de las cuales, aplicando también los porcentajes actuales de personas atendidas, cuatro de cada diez demandarían un servicio residencial en plaza pública, concertada o en prestación vinculada a ese servicio.
Es por ello, que desde la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales estiman que serán necesarias unas 63.000 plazas residenciales sólo para atender la demanda la lista de espera de la dependencia.