El Defensor del Pueblo ya denunció que en algunas Comunidades Autónomas de España se tarda hasta más de 4 años en valorar la discapacidad. Así lo ha recogido el Informe Anual de la actividad del 2024, donde también ha denunciado la discriminación que sufren los niños con discapacidad en clases extraescolares y campamentos de verano.
Ángel Gabilondo, actual Defensor del Pueblo, ha explicado que la educación inclusiva no se ciñe solo al aula sino que también debe de tener en cuenta «también al conjunto de servicios y actividades en las que cualquier alumno pueda participar dentro o fuera del ámbito escolar (aula matinal, comedor escolar, actividades extraescolares, campamentos, ludotecas, etc.), todas ellas decisivas para lograr la plena inclusión de los estudiantes con elevado grado de discapacidad y de dependencia«.
Pocas plazas para niños con discapacidad en clases extraescolares y campamentos de verano
El Defensor del Pueblo ha criticado que las dificultades para acceder a las actividades extraescolares para el alumnado con discapacidad «son mayores debido a la escasa oferta dentro y fuera del horario escolar, o en períodos no lectivos; a los problemas de accesibilidad del entorno en que se realizan; y a la ausencia de monitores cualificados.
Es por ello que ha resaltado la importancia de la incorporación prioritaria de este colectivo a las actividades extraescolares y de ocio, sin discriminación y en igualdad de oportunidades, es, según recoge la institución en su informe, una demanda constante de los movimientos asociativos que luchan por los derechos de las personas con discapacidad y de las unidades familiares, especialmente de las madres, sus principales cuidadoras.
En este sentido, el Defensor del Pueblo destaca que para los niños con discapacidad física o intelectual, las actividades extraescolares y los campamentos de verano cuentan con un doble beneficio para ellos, ya que además de ayudarles a disfrutar de su tiempo de ocio, «mejoran su salud física y contribuyen a generar y fortalecer sus relaciones sociales».
Y es que cosas tan sencillas como tocar un instrumento musical o cantar son actividades extraescolares recomendadas para los niños con trastorno del espectro autista (TEA) y con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Apostar por la inclusión de los niños con discapacidad
Como bien hemos mencionado, el Defensor del Pueblo ha tramitado varias quejas relacionadas con la participación de los niños con discapacidad o necesidades educativas especiales en las actividades extraescolares, en los servicios de ampliación de horario escolar y en los campamentos o escuelas de verano.
Además, ha destacado que el hecho de que no exista una norma, estatal o autonómica, que claramente establezca la necesidad de dar atención a cualquier alumno con discapacidad dentro de las actividades extraescolares o campamentos de verano, no quiere decir que «quede al arbitrio de quienes gestionan las condiciones de participación».
Por todo ello, Ángel Gabilondo ha destacado que la inspección educativa, como órgano encargado de supervisar la programación general anual y comprobar su adecuación a lo establecido en las disposiciones vigentes, deberá cursar los requerimientos que resulten procedentes cuando constate que las actividades aprobadas por el centro educativo no se adecúan a los principios de inclusión y no discriminación de las personas con discapacidad.