Las prótesis dentales removibles sirven para sustituir las ausencias dentales y los tejidos periodontales que el paciente ha ido perdiendo en su boca, recuperando así la funcionalidad y estética de los dientes. Este tipo de prótesis se pueden poner y quitar tantas veces sea necesario. Estas dentaduras las suelen usar, sobre todo, las personas mayores.
Su origen se remonta al 800 A.C., cuando los «doctores» etruscos reemplazaban dientes dañados por piezas talladas en hueso o marfil. Durante la edad media, recolectaban los dientes de los cadáveres de la guerra para realizar implantes a las personas con mayor prestigio.
En la revolución francesa, el dentista Dubois de Chèmant y el farmacéutico Alexis Duchateau, fabricaron piezas dentales, creadas en prótesis de un solo bloque de porcelana. Finalmente, Giuseppangelo Fonzi crearía las piezas dentales de minerales unidas por una base metálica y hechas individualmente.
Materiales de las prótesis dentales
Actualmente, ha cambiado mucho la forma de elaborar y colocar las prótesis dentales, teniendo en cuenta las medidas sanitarias, las técnicas utilizas y los materiales. Según los materiales empleados en la elaboración de las prótesis puede quedar un acabado u otro, y las más utilizadas son las de resina y la de resina de metal.

Prótesis removible de resina
Este material es de muy buena calidad, ya que aporta estabilidad y crea pocos fluidos bucales. Además, no tiene ni olor ni saber, y gracias su color translucido se puede adecuar a cualquier tipo de pigmentos naturales de los dientes de cada paciente. Algunas veces se combina con resina de metal.
Prótesis removible de resina de metal
Se puede encontrar de metales como el cromo-níquel, cromo-cobalto, o prótesis con materiales más costosos como titanio, circonio, disilicato y paladio-plata. Este tipo de material se usa principalmente para los soportes de las piezas dentales, y hacen fortalecer la masticación.
Cómo cuidarlas
El cuidado de nuestra prótesis es muy importante para evitar una serie de problemas como: encías y mucosas dañadas, pérdida de los dientes naturales sobre la que se apoya y dañarla estéticamente. Para evitar estos problemas, es recomendable que se sigan estas pautas:

- Ponerla cada día. Es importante para acostumbrarse a ella, se necesita un periodo de adaptación.
- Quitarla para dormir. Esto permitirá que los tejidos de tu boca descansen.
- Vaso con agua. Meterlas en un vaso con agua ayuda a que no se deforme, además puedes añadirle una pastilla desinfectante de la farmacia.
- Cuidado al limpiarla. Es fundamental que no se caiga, ya que puede romperse. Lo mejor para limpiarla es hacerlo con un trapo debajo de la prótesis para que no se resbale.
- Cepillarla todos los días. Es importante hacerlo con un cepillo y una pasta de dientes específica para prótesis dentales, y realizar esta labor antes de ponértela, después de cada comida y antes de acostarte.
- Lavar la boca. También hay que cepillar la parte interna de la boca, la lengua y la encía, y terminar el lavado bucodental con un enjuague bucal. Esta higiene se debe realizar con un cepillo de cerdas suaves para no irritar ninguna zona.
- Hilo dental. El uso del hilo dental es fundamental después de cada limpieza si usas coronas o puentes fijos. Para esto, debes usar un hilo dental específico para las personas con coronas o puentes fijos.
- Revisión. Es muy importante no faltar a la revisión del dentista, el cual comprobará tus dientes y encías para que el tratamiento de prótesis dentales siga en su perfecto estado y no haya ningún tipo de problema, que se puede ir empeorando con el paso del tiempo.