Los autónomos son uno de los sectores de la sociedad más afectados por la pandemia del Covid-19, los cuales han visto disminuir sus ingresos en la actualidad y consecuentemente podría sufrir los efectos en un futuro a la hora de acceder a una pensión de jubilación.
Desde el comienzo de la pandemia del Covid-19, las autoridades han tomado diferentes decisiones políticas con el objetivo de frenar el avance del virus. Estas medidas a modo de protección han repercutido negativamente en la economía del país.
Especialmente, los trabajadores autónomos han sido uno de los sectores económicos más castigados durante la pandemia. Si bien, desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) han exigido constantemente ayudas hacia este colectivo.
Así, debido a la pandemia del Covid-19, numerosos autónomos se han quedado sin trabajo como consecuencia de las medidas restrictivas aplicadas por el Gobierno central y gobiernos autonómicos. Otros tantos están consiguiendo subsistir a duras penas gracias al Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Pensión de jubilación de los autónomos
En este sentido, los trabajadores autónomos están padeciendo desde 2020 y durante este nuevo año 2021 las dramáticas consecuencias económicas que ha provocado la pandemia del Covid-19. Sin embargo, otro asunto preocupante son los efectos que causará en un futuro.
Actualmente, tal y como está estructurado el sistema español de pensiones, los trabajadores autónomos se ven seriamente perjudicados a la hora de cobrar una pensión de jubilación en un futuro. Según la Unión de profesionales y trabajadores autónomos (UPTA), los autónomos cobran una pensión un 41% menor al resto de trabajadores.
A largo plazo esto supone una auténtica problemática para los trabajadores autónomos, siendo además en principal caballo de batalla de asociaciones como la ATA y UPTA, cuya principal misión es luchar por los derechos de este colectivo.
Los autónomos tienen una forma diferente de cotizar a la Seguridad Social, ya que este tipo de trabajadores tiene la oportunidad de fijar la base mínima de cotización durante su vida. Es decir, este método permite al trabajador autónomo cobrar más cantidad durante la vida laboral, pero conlleva que le quede una pensión de jubilación menor en un futuro.
En 2021, la base mínima de los autónomos para poder cotizar está en 944,40 euros mensuales; mientras que la máxima se fija en 4.070, 10 euros. Si bien, la base de cotización puede ser modificada a lo largo de su etapa laboral en función de sus preferencias.
Cotización de autónomos
Llegados a este punto, hay que tener claro que para que un autónomo llegué a percibir la pensión mínima debe haber cotizado al menos durante 15 años; de los que resultara solamente el 50% de la base reguladora de la pensión.
Los datos en cuanto a la pensión de jubilación de autónomos son desoladores en cuanto a su base mínima de cotización. Con 15 años de cotización con base mínima, la pensión resultante sería de unos 226 euros mensuales. Ascendería a 516 euros si el autónomo ha cotizado durante 25 años y a 789 euros en caso de llegar al máximo de años exigidos, según aseguran desde Finect.
Así, los trabajadores autónomas deberán cotizar durante 37 años para poder acceder al 100% de la pensión por jubilación. Y es que teniendo en cuenta estos datos, es lógico que desde determinados colectivos se inste a las autoridades a regular la cotización de autónomos y la pensión de jubilación.
En este sentido, actualmente existe una ayuda conocida como ‘complemento a mínimos’. Es decir, si a un trabajador autónomo le queda una pensión de jubilación muy baja podrá solicitar este tipo de suplemento; que se trata de un añadido aportado por la Seguridad Social en las situaciones en las que no se llegue al mínimo exigido por ley. En 2021, ese mínimo anual se fija en 8.905 euros para un pensionista sin cónyuge a cargo.