Un trabajador en España puede acceder a una baja laboral por incapacidad temporal debido a una depresión o ansiedad. Así, el trabajador tiene derecho a percibir una prestación económica durante el periodo de duración de la baja laboral.
Principalmente, la cuantía a cobrar por una baja laboral causada por depresión depende del hecho causante. Es decir, si la depresión está ocasionada por motivos laborales (enfermedad profesional) o si se ha producido por causas ajenas a la actividad laboral (enfermedad común).
Baja laboral por depresión en España en 2025
La depresión es una enfermedad mental que puede afectar a cualquier persona a lo largo de su vida. Cuando una persona tiene depresión se siente triste, desmotivada y apática durante la mayor parte del día o en su totalidad. Por tanto, la depresión es una patología altamente incapacitante en el ámbito laboral.
Al respecto, los profesionales de ‘Fidelitis’ explican que «en España, la depresión es una de las principales causas de absentismo laboral y puede ser motivo de preocupación para las empresas y trabajadores».
Con todo ello, la baja laboral por depresión debe ser reconocida por un médico de cabecera, al igual que ocurre con cualquier otro proceso de incapacidad temporal en España.
En concreto, la depresión puede aparecer por diferentes motivos en el trabajador. Puede deberse a situaciones de ansiedad o estrés, conflictos laborales o problemas personales. Se trata de una enfermedad que debe ser tratada adecuadamente, para evitar que se agrave e intentar que el paciente vuelva a un estado mental saludable lo antes posible.
Desde ‘Fidelitis’ indican que «un trabajador puede permanecer un máximo de 12 meses en situación de baja laboral por depresión. A partir de ese momento, si el médico de cabecera o el de la Mutua consideran que existen causas justificadas para ampliar la baja, ésta podría prolongarse 6 meses más con carácter excepcional».
Cuantía de la incapacidad temporal por depresión
En España existen principalmente dos tipos de bajas laborales por depresión, según la causa que ha provocado el desarrollo de esta enfermedad:
- Contingencias comunes: Cuando la depresión está ocasionada por causas ajenas a la actividad laboral.
- Contingencias profesionales: Cuando la depresión se desarrolla por motivos relacionados con la actividad laboral del trabajador.
Así, la cuantía a cobrar durante una baja laboral por depresión depende del tipo de contingencia que ha provocado la enfermedad. Es decir, si la depresión se considera como contingencia profesional, el trabajador percibe una prestación con un importe equivalente al 75% de la base reguladora desde el día siguiente a la baja. Además, el día en el se activa la baja laboral, el empresario debe afrontar el pago del salario.
Si la depresión deriva de contingencia común, la cosa cambia. En este caso, durante los tres primeros días no se recibe ninguna prestación. Desde el día 4 al 20 de baja laboral, el trabajador cobra una prestación económica equivalente al 60% de su base reguladora. A partir del día 21, la cuantía de la prestación es equivalente al 75% de la base reguladora.
El importe a cobrar por una baja laboral de este tipo nunca podrá ser inferior a las cuantías descritas anteriormente. Sin embargo, el importe puede ser mayor en caso de que así se establezca en el Convenio Laboral.
Como conclusión, desde ‘Fidelitis’ manifiestan que «la empresa se encarga de pagarle al trabajador entre los días 4 y 15, en el caso de baja por contingencias comunes, y a partir del primer día en el caso de baja por contingencias profesionales. Desde el día 16 en adelante, el pago lo realizará el Instituto Nacional de Seguridad Social o la Mutua. En el caso de los trabajadores autónomos, el pago siempre corre a cargo de la Mutua».