El sistema español de pensiones en España es un modelo contributivo. Es decir, la Seguridad Social puede pagar las pensiones de jubilación gracias a las cotizaciones realizadas por los actuales trabajadores. Del mismo modo, para tener derecho a la pensión de jubilación es necesario cotizar durante un número determinado de años.
Concretamente, para tener derecho a la pensión contributiva de jubilación, la Seguridad Social exige una cotización de al menos 15 años durante la vida laboral. Dos de esos años han de ser inmediatamente anteriores al momento de la jubilación.
Teniendo en cuenta la idiosincrasia del sistema español de pensiones, muchas personas se preguntan cómo es la relación entre lo que aportamos al sistema en modo de cotización y lo recibido económicamente en forma de pensión.
Jubilación: Cotización y pensión
Una vez que un trabajador inicia una actividad laboral en España debe darse de alta en el Régimen de la Seguridad Social que le corresponda. Desde el momento del alta, la cotización a la Seguridad Social es obligatoria hasta el momento que cese la actividad.
Con todo lo aportado anteriormente, el sistema español de pensiones se sustenta en diferentes principios:
- Principio de reparto: Las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las pensiones de jubilación actuales.
- Proporcionalidad contributiva: Este es el punto clave. Según la normativa de la Seguridad Social, las pensiones serán proporcionales a las cuantías aportadas por el ciudadano al sistema público durante su vida laboral; junto con la duración de las cotizaciones.
- Universalidad: Las personas que no hayan cotizado a la Seguridad Social tendrán derecho a la pensión no contributiva de jubilación.
- Gestión Público: El sistema está financiado y gestionado por parte de entidades públicas.
Finalmente, es necesario destacar el principio de suficiencia de prestaciones. Es decir, los beneficios deben ser suficientes para asegurar la situación de necesidad de los ciudadanos.
Cotizar para tener derecho a una pensión
Un trabajador actual dado de alta en la Seguridad Social permite que se puedan pagar las pensiones contributivas de jubilación y otras modalidades gracias a su aportación al sistema en forma de cotización.
Del mismo modo, ese mismo trabajador podrá beneficiarse de una pensión de jubilación en el futuro gracias a las cotizaciones de nuevos trabajadores. En definitiva, se trata de un sistema contributivo.
Como existe un principio de proporcionalidad, cuanto mayor sean las cotizaciones realizas y cuanto mayor tiempo se lleven a cabo dichas cotizaciones, la pensión de jubilación tendrá un importe anual mayor.
Por norma general, la mayoría de españoles cree que recibirá una pensión de jubilación menor a lo aportado a la Seguridad Social durante su vida laboral. Este es un elemento ambiguo con respecto al principio de proporcionalidad, ya que dependerá del número de años que el ciudadano disfrute de la pensión.
Según los datos de la Calculadora de Pensión Pública, basada en información de Análisis Financieros Internacionales (AFI), lo recibido en la pensión de jubilación es mayor a las aportaciones. Esto se debe, entre otras cosas, a que la empresa también realiza una parte de cotización por el trabajador de cara a su futura pensión de jubilación.