La hamburguesa se está convirtiendo en una de esas comidas que se están colando por hache o por be en nuestra alimentación de manera constante. Al igual que pasa con otro tipo de carne, o pollo, la hamburguesa puede estar hecha de una u otra cosa, y no tiene por qué ser necesariamente poco recomendada su consumición. Todo depende de cuestiones como las calorías, que es quizá la vara de medir más necesaria a la hora de poder dibujar un mapa nutricional sobre este alimento.
Con la masificación de restaurantes de comida rápida, llámense Burger King o McDonald, u otro tipo de hamburguesería que use vacuno o pollo en sus hamburguesas, mucha gente se pregunta cuántas calorías reales estamos consumiendo. Porque en este tipo de alimentos las cifras suelen elevarse mucho en comparación a otro tipo de comidas. De ahí que en Estados Unidos, que es donde nació el primer McDonald, cada vez haya más obesidad. El estilo de vida ha repercutido negativamente y las calorías de las hamburguesas tienen mucho que decir en ese sentido.
¿De qué dependen las calorías de mi hamburguesa?
Cuando solemos tirar de hamburguesa algún día de la semana, o del mes, también tomamos normalmente otro tipo de bebida y comida extra, como puede ser un refresco de naranja o de cola, o la consumición de carne, pan y otro tipo de ingredientes. Por lo que esas calorías también se suman directamente.
¿Qué ocurre? Que no hay una cantidad calórica modelo, digamos, de una hamburguesa normal. Sí estimaciones, dado que todo depende de la cantidad y calidad de los ingredientes, y sobre todo, de la hamburguesa y las patatas, claro. Así que debemos seleccionar tanto el tamaño de nuestra hamburguesa como el tipo de pan, entre otras cosas.
¿Cuántas calorías tiene mi hamburguesa?
Ahora bien, por regla general, y siempre sujeto a los posibles cambios que tengan, una hamburguesa normal puede tener entre 500 y 600 calorías, y para que te hagas una idea, 400 tiene las patatas fritas que pueden acompañarla. Recuerda que 2.000 calorías es la ingesta diaria que debemos hacer de forma aproximada y siempre dependiendo de la persona, y que el refresco también suma 260 calorías.
El valor calórico puede aumentarse si, por ejemplo, le echamos queso, bacon y huevo a la hamburguesa, llegando a las 800 calorías. Otros ingredientes como el tomate o la cebolla, además de las salsas, también pueden disparar la presencia calórica de estos alimentos. Como pasa con otros alimentos, el abuso de hamburguesas puede repercutir negativamente en nuestro organismo, todo pasa por encontrar un equilibrio.