Los probióticos desempeñan un papel fundamental en el bienestar digestivo. Nuestro organismo tiene millones de bacterias, virus y hongos, viviendo en su interior. Estos pueden desde propagar enfermedades hasta protegernos contra ellas. De hecho, un reciente estudio ha demostrado de la importancia que podrían llegar a tener los probióticos en la salud de la piel.
Sin que lo sepas, tu cuerpo está plagado de microbios, con más de un millón de ellos en cada centímetro cuadrado de nuestra piel. Sin embargo, esto es algo bueno pues los microbiomas sanos se autopolinizan para garantizar que no domine un solo tipo de bacteria sobre las demás.
«Si tus microorganismos buenos están sanos, también lo estará tu piel, porque son esenciales para combatir las infecciones, proteger del daño ambiental, estimular nuestro sistema inmunológico y mantener la piel hidratada y radiante», afirma la Dra. Whitney Bowe, autora del estudio ‘The Beauty of Dirty Skin’ (La belleza de la piel sucia).
Dada la importancia de los probióticos en la salud de la piel, existe una amplia oferta de productos que incluyen probióticos, prebióticos e incluso postbióticos para proteger el cutis.
Guía de los mejores probióticos para cada piel
Todos los probióticos vienen preparados para tomarse vía oral y están pensados para ser consumidos de manera rutinaria. «La Academia Estadounidense de Dermatología ha ensalzado el gran avance que suponen los probióticos para la piel por sus propiedades curativas, calmantes y antimicrobianas», explica Lisa Franklin, experta en cuidados cutáneos.
Así, según recoge la prestigiosa revista ‘Vogue’, estos son los mejores probióticos y consejos en función del tipo de piel que tengamos:
Piel propensa a manchas
- Tomar: Inulina en polvo
- Usar: Cuidados de la piel que contengan nitrosomas eutropha.
- Comer: Ingerir plátano, cebolla, batata y vinagre de manzana
Piel seca
- Tomar: Lactobacillus rhamnosus
- Usar: La Roche-Posay
- Comer: Espirulina y aceitunas
Piel sensible
- Tomar: Bifidobacterium lactis y lactobacillus paracasei
- Usar: Lactobacillus paracasei
- Comer: Aloe vera, el yogur y el kéfir
Piel envejecida y dañada por el sol
- Tomar: Lactobacillus plantarum
- Usar: Bifidoglicoproteína no viva
- Comer: Chrorella y hongos
Así actúan los probióticos en la piel
En pacientes con acné y rosácea, los microorganismos que viven en la piel son reconocidos como extraños por el sistema inmunológico. Este entra en acción para hacer frente a esta amenaza, lo que desencadena las inflamaciones, enrojecimiento y papulas habituales en pieles acneicas.
Por otra parte, los probióticos aplicados tópicamente sobre la piel también previenen a las células de la piel de las bacterias y otro tipo de parásitos que causan esta reacción en el sistema inmunológico, según afirma la Dra. Carmen Galera, licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca.
De hecho, las propiedades antimicrobianas de los probióticos permiten atacar a las bacterias malas de la piel y las mata. Este mecanismo es muy parecido a la forma en la que los antibióticos trabajan en el tratamiento del acné y la rosácea.