El Código Civil establece en su artículo 667 que un testamento es el acto mediante el cual una persona dispone para después de su muerte de todos sus bienes o de parte de ellos. En esencia, es un documento en el que cualquier persona puede dejar establecida su voluntad, acerca de lo que quiere que ocurra con su herencia y quiénes desea que sean sus herederos. De tal modo, que una vez fallezca, el proceso se lleve a cabo tal y como dejó establecido.
Cabe señalar, que llevar a cabo este acto no es obligatorio en España. Esto significa, que la legislación de nuestro país cuenta con las herramientas necesarias para llevar a cabo el reparto de una herencia en los casos en que el causante, no hubiese dejado testamento. Por tanto la pregunta es, ¿Qué motivos puede tener una persona para otorgar testamento? Estos suelen son personales y razones puede haber tantas como testadores, sin embargo, la práctica jurídica tiene algunas respuestas al respecto.
Uno de los principales motivos por los que una persona decide llevar a cabo este acto, es porque considera que así, evitará conflictos entre los herederos en el futuro. Una afirmación que además, en un gran porcentaje de casos se cumple, por lo que es válido. Sin embargo, para que este objetivo se consiga, es fundamental que el testamento esté bien estudiado y bien redactado, y para ello, lo mejor es acudir a un profesional experto en sucesiones a quien poder transmitirle tu voluntad y que este le aconseje cómo debe hacerlo para evitar los problemas de reparto entre los herederos.
Cómo hacer un buen testamento
Para llevar a cabo un testamento válido y sin fisuras, lo primero que debemos conocer es que el Código Civil, marca unas directrices que deben seguirse obligatoriamente. En este sentido, el testador debe contar con unos herederos forzosos, que sin lugar a otro tipo de opción, serán los propietarios de la parte legítima de la herencia. Además, exista otro tercio llamado de mejora, que también corresponde a dichos herederos, pero en este caso, el reparto sí depende del testador. Finalmente, existe un tercio de libre disposición que sí se puede repartir libremente.
Teniendo en cuenta estos criterios, lo primero que debes evitar a la hora de hacer un testamento, es incurrir en algún error que contradiga lo anterior y por tanto, lo invalide. Por otra parte, tampoco tiene sentido realizar este acto para que el reparto se lleve a cabo de la misma forma que se haría si no se otorgara este documento, lo cual la práctica jurídica demuestra, que es bastante frecuente. En definitiva, para que este proceso se lleve de la forma más satisfactoria para el testador, lo mejor es contar con un abogado experto en sucesiones que te guíe en el proceso.
¿Cuánto cuesta llevar a cabo este trámite?
El precio por hacer un testamento no es elevado. De hecho, el trámite puramente notarial puede situarse en torno a los 40 o 50 euros. Sin embargo, para asegurarse que el procedimiento se lleva a cabo del modo que más se ajuste a la voluntad del testador pero sin contrariar la ley de sucesiones, se recomienda contar, como hemos adelantado anteriormente, con un abogado experto en sucesiones, lo cual, puede elevar un poco el precio total del procedimiento.
No obstante, debes saber, que un hacer un testamento no es algo definitivo. Es decir, una persona puede llevar a cabo tantos testamentos como desee a lo largo de su vida si su criterio en base al reparto de su herencia, cambia por el motivo que sea. Eso sí, una vez fallezca, el documento válido será el último que se otorgó. En este sentido, que este trámite no sea excesivamente caro, como hemos comentado, también ofrece la tranquilidad de llevarlo a cabo sin problemas, puesto que en cualquier momento, se puede cambiar.