Cuando hablamos de las pensiones asociados a la dependencia, debemos de tener en cuenta que existen diversos criterios a la hora de determinar el grado que puede llegar a tener una persona, que es lo que va a marcar la cuantía que va a percibir cada uno.
Desde la Junta de Andalucía señalan que «las personas en situación de dependencia son aquellas que, de forma permanente y por motivos de edad, enfermedad o discapacidad, precisan de la atención de otra persona para el desarrollo de actividades de la vida diaria como el cuidado personal, las tareas domésticas o la movilidad».
La organización ‘Tu Mayor Amigo’, especialistas en el cuidado de personas mayores, indica que la valoración del grado de dependencia es cometido de los órganos competentes de cada Comunidad Autónoma. Esto se realiza a través de la presentación de una solicitud en el Centro de Servicios Sociales de la ciudad en la que resida la persona a la que se busca reconocer como dependiente.
Por ejemplo desde la Junta de Andalucía señalan que una vez que se solicita la evaluación, un profesional del Servicio de Valoración de la provincia donde reside contactará con la persona para concertar una cita en su lugar de residencia. Allí es donde se valorará su capacidad para llevar a cabo las actividades básicas de la vida diaria, así como otro tipo de necesidades de apoyo y supervisión en el caso de personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental.
GRADOS DE DEPENDENCIA
Cuando hablamos de los grados de dependencia, tenemos que tener en cuenta de que existen tres grados diferentes. En primer lugar, está el grado I, que es una dependencia moderada, que va desde los 40 hasta los 49 puntos. El grado II, dependencia severa, va desde 50 hasta 74 puntos, diferenciando entre nivel 1 (50 a 64 puntos) y nivel 2 (65 a 74 puntos). Finalmente está el grado III, de dependencia grave, que va desde 75 hasta 100 puntos, diferenciando entre nivel 1 (75 a 89 puntos) y nivel 2 (90 a 100 puntos).
A la hora de determinar que tipo de pensión y que cuantía va a tener cada persona se va a tener en cuenta la puntación de cada persona. Por ello, los expertos recalcan que ante cualquier error de diagnóstico o de la aplicación del baremo, se deberá de volver a revisar el grado de dependencia, ya que se puede producir una mejoría o empeoramiento de la situación de la persona.
En la actualidad, y desde 2007, existe un baremo oficial que es común para todo el territorio nacional, que toma como referencia la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud de la Organización Mundial de la Salud. Detallan que este baremo es el conjunto de variables que sirven para examinar y valorar todas las solicitudes de dependencia que recibe la Administración.
CRITERIOS PARA EVALUAR LA DEPENDENCIA
Desde ‘Tu Mayor Amigo’ señalan que los criterios objetivos para evaluar el grado de dependencia tienen que ver con la capacidad de las personas para realizar las actividades básicas de la vida diaria y la ayuda que necesita. En el caso de personas mayores, se usa el Baremo de Valoración de los grados de la Dependencia (BVD).
Para calcular el grado de dependencia se evalúa a través de las actividades que puede realizar cada persona, diferenciando entre:
- Comer y beber
- Regulación de la micción y la defecación
- Aseo personal
- Vestirse
- Mantenimiento de la salud
- Transferencias corporales
- Desplazarse dentro y fuera del hogar
- Tomar decisiones
Dependiendo de las que puede hacer cada persona, hablaremos de que tiene un grado de dependencia u otro.