Controlar los factores de riesgo cardiovascular ayuda en la prevención del ictus

Controlar los factores de riesgo cardiovascular ayuda en la prevención del ictus

Controlar los factores de riesgo cardiovascular ayuda en la prevención del ictus

El ictus se puede prevenir con el control de los factores de riesgo cardiovascular (obesidad, hipertensión arterial, hiperlipemia y diabetes mellitus), según han afirmado desde la Asociación de Anticoagulados de Aragón (ASANAR) que ha organizado el ‘Foro del Ictus: formando e informando’ para concienciar sobre esta enfermedad cardiovascular, en colaboración con Daiichi Sankyo.

El neurólogo del Hospital Clínico de Zarazoga, Carlos Tejero, participará en la primera charla de este programa de concienciación para pacientes. El doctor ha afirmado que cada vez existen «más y mejores herramientas de diagnóstico» para detectar casos de fibrilación auricular.

La fibrilación auricular no valvular (FANV) afecta a un 4,4 por ciento de la población española, un total de 1.025.000 personas mayores de 40 años. Esta alteración del ritmo cardíaco se suele caracterizar, sin embargo, por la ausencia de síntomas. De hecho, un 10 por ciento de los afectados se encuentran sin diagnosticar y carecen de tratamiento. Esto provoca un aumento en el riesgo de enfermedad cerebrovascular.

Relación entre la FANV y el ictus

Según datos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), los casos de ictus aumentan en 134.000 casos cada año, de los cuales el 25 por ciento están causados por la FANV, lo que demuestra la relación entre ambas patologías.

Uno de los problemas de la FANV es que es asintomática. Como no suele mostrar síntomas concretos, muchas veces se diagnostica sin que el paciente haya notado nada especial, y en ocasiones el diagnóstico se hace tarde, cuando ya se han producido problemas «importantes» como puede ser un ictus.

Para confirmar esta arritmia, es necesario un análisis del ritmo cardiaco con un electrocardiograma. No obstante, en algunos pacientes la arritmia no está presente en todo momento y solo aparece de forma intermitente. En estos casos el doctor Tejero asegura que habría que realizar un electrocardiograma de manera prolongada.

«Hay diferentes dispositivos médicos para ello: camisetas con electrodos incorporados, máquinas de Holter ECG, incluso dispositivos que se implantan bajo la piel al igual que los marcapasos», aclara el especialista.

Nuevos tratamientos anticoagulantes

El experto ha resaltado que la FANV incrementa en 5 veces el riesgo de tener un ictus, algo que se explica por la tendencia que tiene la sangre a coagularse si se remansa, que ocurre en estos casos al no producirse un latido eficaz. En concreto, la sangre se queda remansada en las cavidades del corazón y puede acabar por coagularse.

Si este coágulo se mueve en una contracción del corazón «más eficaz», entra en el torrente sanguíneo y puede ir a cualquier parte del cuerpo. Si tapa una arteria del cerebro, se produce un ictus.

Los nuevos tratamientos anticoagulantes de acción directa (ACODs) permiten un mejor control del paciente con esta patología. Estos tratamientos disminuyen la tendencia de la sangre a coagularse y permiten también conseguir un efecto positivo con menor tasa de complicaciones.

Con la terapia anticoagulante «la calidad de vida de los pacientes mejora puesto que se trata de fármacos con dosis previsible sin la necesidad de controles analíticos y ajuste de dosis de los fármacos clásicos», ha concluido el doctor Tejero.

Cada 14 de marzo se commemora el Día Europeo para la prevención del Riesgo Cardiovascular.

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