El contrato de arrendamiento es el acuerdo por escrito establecido entre dos partes, propietario e inquilino, donde se dejan establecidos los puntos importantes del alquiler. En ocasiones, no se toma lo suficientemente en serio y cuando llegan los problemas, una de las partes o ambas, pueden verse perjudicadas. Por este motivo, tanto si vas a alquilar una vivienda como si eres propietario, debes conocer lo fundamental que debe recoger este documento.
El alquiler se ha convertido en una de las formas más recurrentes para acceder a una vivienda. En esencia, se trata del ‘préstamo’ de un inmueble por parte del propietario, a la otra parte que paga una determinada cantidad de dinero por usarla un determinado plazo de tiempo. Pero, ¿Cuál es el motivo para que el alquiler haya proliferado tanto en España?
Motivos hay varios. Esta fórmula ha existido siempre porque hay personas que les gusta cambiar habitualmente de residencia, tienen que moverse por trabajo, o simplemente, no contemplaban entre sus planes ser propietarios. Sin embargo, es cierto que desde hace unos años, esta tendencia ha aumentado no por elección, sino por la imposibilidad de acceder a la compra de una vivienda.
Cabe recordar, que el precio del mercado inmobiliario, no concuerda con los precios medios de nuestro país, ni las condiciones para adquirir a una hipoteca. La consecuencia directa de este panorama cada vez más agravado, es que sean muchas las personas que opten por el alquiler. Sin embargo, que sea un préstamos y no una adquisición, no debería quitarle importancia. Por tanto, el contrato de arrendamiento debe cumplir unos mínimos para que sea seguro.
Contrato de arrendamiento para no tener problemas
La firma de un contrato de arrendamiento tiene más importancia de la que a veces se le da. Y es que es el seguro de garantía tanto del arrendador, como del arrendatario. Por eso, aunque es posible llevarlo a cabo sin necesidad de un tercero, es recomendable contar con la ayuda de un abogado que lo redacte y se cerciore de que los intereses de ambas partes están representados. Pues la gran duda es, ¿Qué no debe falta en un contrato de arrendamiento?

En primer lugar y fundamental, los datos personales, nombre completo y DNI, del propietario y el inquilino. En este punto, es interesante incluir también los datos de las personas que vayan a vivir en la vivienda. Tras ello, debe identificarse cuál es el objeto del contrato, es decir, incluir todos los datos del inmueble que se va a alquilar: Dirección, características, si tiene o no complementos como garaje o trastero, pero también datos más específicos como la referencia catastral, y los datos de inscripción en el Registro de la Propiedad.
Por otra parte, si la vivienda se alquila amueblada, es importante que en el contrato de arrendamiento se incluya un inventario en el que se especifique lo más claramente posible, todo el mobiliario y objetos que se van a dejar en el inmueble alquilado. Es importante agregar cualquier dato que para algunas de las partes sea importante, como si se admiten mascotas o no, si se permite subarrendar habitaciones o cualquier otra norma cuyo incumplimiento pueda conllevar la extinción del contrato.
Datos en base al alquiler
Por otra parte, hay otros datos más específicos en cuanto al propio acuerdo de alquiler, que deben quedar manifiestamente claros en el contrato de arrendamiento. En este sentido, no debes olvidar:
- La duración del alquiler.
- La renta mensual establecida, así como la fianza. En este apartado, debe incluirse también cuando y cómo se van a hacer los pagos.
- Quien debe pagar los gastos. Pues a veces estos están incluidos, y otros debe ser el inquilino quien se haga cargo.
- De quien es responsabilidad según que tipo de reparaciones y modificaciones que se hagan a la vivienda.