En innumerables ocasiones hemos escuchado hablar de los beneficios de beber vino para nuestro cuerpo. Pero como dice el refrán, no es oro todo lo que brilla. Y es que esta bebida alcohólica procedente de la uva de la vid también tiene aspectos negativos para el bienestar de nuestro organismo, como vamos a analizar en este artículo.
¿A quién no le gusta acompañar un buena pieza de carne con un vino tinto de bodega de España? Pues a partir de ahora tendremos que tener en cuenta sus pro y sus contras antes de disfrutarlo.
El vino tiene muchos beneficios para nuestro organismo, entre los que destacan los siguientes:
- Ayuda a perder peso
- Estimula el funcionamiento del cerebro
- Efecto protector frente al sol
- Tratamiento natural para las encías
- Es bueno frente al cansancio
Pero hoy nos vamos a centrar en las contraindicaciones que marcan los expertos sobre está bebida. De hecho, desde OMS se desmarcan de recomendar el consumo de alcohol con fines cardioprotectores.
Y es que los posibles beneficios de una bebida alcohólica hacia el corazón están absolutamente opacados por sus innumerables inconvenientes.

Contraindicaciones de beber en exceso vino
El consumo del vino, al igual de cualquier bebida alcohólica, tiene una serie de aspectos negativos sobre la salud de nuestro organismo. Entre ellos podemos encontrar:
- Hipertensión arterial
- Probabilidad de tener cáncer
- Reflujo gastroesofágico
- Trastornos fetales
- Otras dolencias
Además de los síntomas comunes de ebriedad, el consumo de vino en exceso puede generar problemas de salud muchos más graves como hemos visto y vamos a desarrollar a continuación.
Hipertensión arterial
Los expertos señalan que más de tres copas de vino al día aumentan la tensión arterial de nuestro cuerpo. Esto pone en un gran compromiso a la salud del corazón y de las arterias del organismo.
Probabilidad de tener cáncer
Son varias las investigaciones que remarcan que los bebedores moderados tienen una frecuencia más alta de padecer cáncer que los abstemios. Además, desde la especialista Marcela Licata habla de dos cáncer que se ven afectados por el consumo de alcohol: el cáncer de estómago y esófago y el de mama.
Cáncer de estómago
En el caso del cáncer de estómago, desde hace mucho tiempo existe una relación entre el consumo de alcohol y el cáncer de estómago y esófago. Los bebedores que consumen un vaso de vino por comida tienen un tercio de probabilidades más de tener cáncer que los no bebedores.
Cáncer de mama
Los estudios han demostrado que las mujeres que beben 250 mililitros al día o más, presentan el doble de riesgo de padecer cáncer de mama que las no consumidoras.
Reflujos gástricos
Los problemas del alcohol se suelen reflejar mucho en el estómago. Es el caso del reflujo gástrico que se produce cuando los ácidos del estómago ascienden hacía el esófago. Esto produce lo que se conoce como esofagitis, ardor e inflamación del esófago. En el caso de los bebedores, presentan un 70% más de reflujo que los abstemios.
Trastornos fetales
El vino, al igual que el resto de bebidas alcohólicas, nunca son recomendadas. Mucho menos para mujeres embarazadas ya que puede provocar trastornos fetales como:
- Bebes prematuros: Hay estudios que aseguran que si una mujer embarazada consume más de 400 mililitros de vino al día puede provocar que el nacimiento del bebé sea antes de tiempo, con todos los problemas que ello conlleva (bajo peso, placentas pequeñas…).
- Malformaciones fetales: Si las dosis son superiores a los 400 mililitros diarios en una mujer embaraza puede dar lugar al llamado síndrome alcohólico fetal.
Otras dolencias
Además de todos los problemas citados con anterioridad, el consumo excesivo de alcohol puede provocar otras dolencias en los bebedores:
- Hemorragia cerebral
- Fracturas oseas
- Cirrosis hepática
- Arritmias
- Cardiomiopatía
- Gota
- Fibrilación auricular
- Debilita las defensas del cuerpo
- Eleva el riesgo de padecer hígado graso alcohólico