«Contigo hasta la médula». Este ha sido el lema que ASPAYM ha utilizado en el Día Internacional de la Lesión Medular, que se celebra cada 5 de septiembre.
Con esto, la asociación pretende dar visibilidad a las personas con lesiones medulares. Además, busca concienciar sobre la prevención de accidentes tanto de tráfico y caídas por chapuzones y zambullidas de riesgo en playas, piscinas y ríos. Estos son los dos principales motivos de las lesiones medulares.
Haga clic para obtener más información sobre cada tema de la lesión medular:
- ¿Cuáles son los tipos de lesiones medulares?
- ¿Qué es una lesión medular?
- ¿Cuáles son las causas comunes de las lesiones medulares?
- ¿Qué son la médula espinal y la vértebra?
- ¿Cuál es la diferencia entre una lesión completa e incompleta de la médula espinal?
- ¿Cuáles son los efectos de una lesión medular?
- ¿Cuántas personas tienen una lesión medular? ¿Quiénes son?
- ¿Existe una cura para la lesión medular?
- ¿Las personas con lesión medular mejoran alguna vez?
- ¿Todos los que sufren una lesión medular utilizan una silla de ruedas?
- ¿Cuál es la expectativa de vida de una persona con una lesión de la médula espinal?
Desde ASPAYM intentan dar visibilidad tanto a personas afectadas, como en terminar con las barreras de accesibilidad que aún siguen siendo muchas y de gran dificultad para el lesionado. Entre todos, podemos hacerles el día a día a estas personas un poco más fácil, ofreciéndoles nuestro apoyo.
Dentro de esta campaña, se intenta hacer ver, que en nuestras manos está el no seguir incrementando el número de personas dentro de este colectivo. Como antes decíamos, los accidentes de tráfico (alcohol, velocidad excesiva, etc.) y las caídas de alturas.
¿Qué es la lesión medular?
La lesión medular es la pérdida o alteración de la movilidad, de la sensibilidad o del sistema nervioso autónomo ocasionado por un trastorno de las estructuras nerviosas alojadas en el canal medular.
Dependiendo de la localización del daño podrá afectar a órganos pélvicos, extremidades inferiores, tronco y abdomen y extremidades superiores.
Aunque la vocación principal de ASPAYM, son las personas con lesión medular, existen otras grandes discapacidades integradas en nuestro colectivo de atención como son: espina bífida, síndrome post-polio, dobles amputados, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, enfermedades degenerativas y, otros factores que puedan implicar una gran discapacidad física.
¿Cuáles son los efectos?
El nivel de la lesión medular es útil para predecir qué partes del cuerpo pueden verse afectadas por la parálisis y la pérdida de función. Recuerde que en las lesiones incompletas, habrá alguna variación en estos pronósticos.
Cervicales (cuello) suelen dar lugar a una tetraplejia -cuadriplejía-.
- Las lesiones por encima del nivel de C-4 pueden requerir un ventilador para que la persona respire.
- Las lesiones de C-5 a menudo resultan en el control de los hombros y los bíceps, pero no en el control de la muñeca o la mano.
- Las lesiones C-6 generalmente dan como resultado el control de la muñeca, pero no la función de la mano.
Las personas con lesiones C-7 y D-1 pueden enderezar sus brazos, pero aún así pueden tener problemas de destreza con la mano y los dedos. Las lesiones a nivel torácico e inferior dan lugar a la paraplejia, sin que las manos se vean afectadas. En las lesiones D-1 a D-8, lo más frecuente es que haya un control de las manos, pero un control deficiente del tronco debido a la falta de control de los músculos abdominales. Las lesiones torácicas inferiores (D-9 a D-12) permiten un buen control del tronco y un buen control de los músculos abdominales. El equilibrio al sentarse es muy bueno. Las lesiones de la médula espinal lumbar y sacral producen un control decreciente de los flexores de la cadera y las piernas.
Además de la pérdida de sensación o de la función motora, los individuos con lesiones medulares también experimentan otros cambios. Por ejemplo, pueden experimentar una disfunción del intestino y la vejiga. Las lesiones muy graves (C-1, C-2) pueden dar lugar a una pérdida de muchas funciones involuntarias, incluida la capacidad de respirar, lo que hace necesario el uso de ayudas respiratorias como ventiladores mecánicos o marcapasos diafragmáticos.
Otros efectos de las lesiones medulares pueden ser la baja presión sanguínea, la incapacidad de regular eficazmente la presión sanguínea, la reducción del control de la temperatura corporal, la incapacidad de sudar por debajo del nivel de la lesión y el dolor crónico.