El sumergirnos en una vida fitness y no decaer en ello, conlleva una serie de esfuerzo con el que debemos de ir paso a paso. No hay una manera perfecta para conseguirlo, pero lo que debemos tener claro es que la constancia y el esfuerzo son dos de las claves para poder llevar un estilo de vida fitness y saludable.
Muy pocos son los capaces de llevar un ritmo fitness durante toda su vida, ni tan siquiera aquellos que llevan años cuidando su cuerpo. Hay diferentes etapas en las que tendrás mucha energía y cumplirás tus objetivos, mientras que en otras te sentirás más decaído y lo tendrás que dejar de lado.
Eso sí, esto no debería desanimarte, pues pase lo que pase debes de seguir intentando llevar un estilo de vida fitness para estar lo mejor cuidado posible. Por este motivo, en este artículo vamos a detallar los 10 mejores consejos para comenzar una vida fitness y mantenerla durante mucho tiempo.
10 consejos para empezar un estilo de vida fitness
Los mejores consejos para comenzar un estilo de vida fitness:
1. Empieza poco a poco
Hacer un montón de cambios de repente en nuestra vida no es realista y puede llevarnos al agotamiento mental. No te obsesiones. Empieza poco a poco y ve incorporando pequeños cambios en tu vida a lo largo de las semanas. Si antes te tomabas una cerveza al día, intenta que sea una cada dos o tres días, luego sin alcohol, y así hasta que llegue un momento en el que prescindas de ella.
Lo mismo con el ejercicio, comienza caminando y sin pegarnos la paliza en nuestro primer día. Una vez que ya vayas cogiendo la forma, ve al gimnasio y dale caña a las máquinas. Todo esto te llevará más tiempo, pero el cambio será de forma permanente y no temporal.
2. Cambia tu dieta
Lo primero que debemos hacer es el cambiar el 80% de nuestra lista de la compra y que sean alimentos saludables. Reserva el otro 20% para algún que otro capricho, pero intentando evitar los alimentos ultraprocesados.
3. Haz una lista con lo que haces mal
Intenta darte cuenta de lo que estás fallando y apuntalo en un papel. El escribir a mano nos permite fijarnos e integrar mucho mejor los concentos. Así, cuando ves qué fallas puedes saber como solucionarlo de mejor forma.
4. No mires solo el peso
No te obsesiones solo con el peso. Ve estudiándote y sintiendo como vas cambiando, como están tus emociones y tus pensamientos. El peso siempre nos marcará el progreso de manera objetiva, pero nosotros debemos de tener también en cuenta el como nos sentimos, como nos queda la ropa y la sensación de sentir que hemos perdido grasa.
5. Comparte tus metas
Intenta compartir tus progresos con la gente que te apoya y te ayuda, que te recuerda tu meta cuando estás a punto de tirarlo todo por la borda. Eso sí, mucho cuidado con aquellos que intentan sabotear tus planes, bien porque ellos no son capaces de hacerlo, o porque no entienden lo que haces, así que muchos te desanimaran pero tú no debes hacerles ni caso.
6. Ser obsesivos no nos llevará a ningún lado
Ser obsesivos es una de las peores cosas que nos pueden pasar. Además, también es sumamente importante adaptar las calorías a tu composición corporal. El 80-85% de lo que comes debe ser natural y debemos divertirnos con el 15% restante en la medida de lo posible.
7. No te compares
La vida en redes sociales es solo una proyección de algo que no es real. Todo el mundo tiene sus problemas escondidos que nunca sacarán a relucir en Instagram. Por ello, nunca te compares con nadie y sigue tu camino firme hacia una vida fitness.
8. Márcate objetivos a medio plazo
Escríbete tus objetivos a medio plazo y comprueba como cada día que sigues haciendo fitness tu vida va cambiando poco a poco.
9. Disfruta con lo que haces
Elige comida que te motive y ejercicios que de verdad te valgan para cumplir tu objetivo. Está claro que para perder grasa debemos de sufrir un poquito, pero todo ello debe de estar respaldado por tu motivación y ganas.
10. El descanso es lo más importante
Por último, el ejercicio es la parte más decisiva para llevar una vida fitness, pero el descanso también lo es. El músculo necesita descansar y recuperarse de los entrenamientos para crecer. La hormona de crecimiento se incrementa cuando estás dormido, lo que permite a nuestro cuerpo que queme grasas de forma más eficiente.