Tener contratada una hipoteca implica un gasto mensual para uno o varios ciudadanos. Este gasto puede ser fijo o incluso variar, según el tipo de interés con el que se haya acordado el préstamo hipotecario.
Sin embargo, durante la vida de una hipoteca pueden producirse diferentes cambios en la situación del titular de la misma. En concreto, modificaciones económicas que generen una dificultad a la hora de afrontar el préstamo hipotecario.
En este sentido, existen una serie de mecanismos que pueden ayudar al titular del préstamo a rebajar la cuota a pagar por la hipoteca. Eso sí, hay que tener en cuenta una serie de aspectos.
CLAVES PARA REBAJAR LA HIPOTECA
Tal y como hemos citado anteriormente, existen diferentes vías que permiten reducir la cuota de hipoteca. No obstante, en la mayoría de casos, estos mecanismos implican un coste para el titular o titulares de la hipoteca.
Una primera opción para rebajar la hipoteca consiste en alargar el plazo de devolución de la misma. Esta herramienta ofrece la ventaja de conseguir una cuota mensual más baja. No obstante, también conlleva el inconveniente de estar pagando durante más años la devolución del préstamo hipotecario.
En segundo lugar, los usuarios pueden solicitar una carencia de hipoteca. Esta opción está pensada para aquellas personas que se encuentran en serios problemas para hacer frente al pago mensual del préstamo.
Existen dos tipos de carencias. Una de ellas es la carencia total, en la que no se paga nada de la hipoteca durante un tiempo determinado acordado con la entidad financiera. Otra opción es la carencia parcial, en la que durante dicho periodo únicamente se abonan los intereses de la hipoteca.
Por otro lado, los expertos en la materia destacan la subrogación de la hipoteca como un método eficaz para rebajar la cuota del préstamo a pagar. Este mecanismo consiste, llanamente, en cambiar la hipoteca a otro banco.
El objetivo de llevar la hipoteca a otro banco es obtener unas mejores condiciones en el préstamo hipotecario. En ocasiones, al realizar esta acción la entidad bancaria inicial suele aplicar una comisión económica. Sin embargo, puede compensar al usuario.
OTROS MÉTODOS EFICACES
En cuarto lugar, una opción interesante para rebajar la cuota de hipoteca es la novación. Este método consiste, principalmente, en renegociar las condiciones del préstamo hipotecario con la misma entidad bancaria.
Si eres un cliente con un perfil solvente y se trata de una hipoteca muy desactualizada, los bancos no suelen ofrecer trabas a la hora de renegociar con el usuario las condiciones de su préstamo hipotecario. Esta alternativa, por norma general, es más económica que la subrogación de la hipoteca.
Finalmente, una última opción para conseguir mejores condiciones en la hipoteca consiste en incrementar la vinculación del cliente con la entidad bancaria. Es decir, reducir el interés a través de la contratación de otros productos financieros con la misma entidad bancaria.
Aumentar la vinculación puede ayudar a mejorar las condiciones de la hipoteca. Si bien, también supone un gasto adicional por la contratación de otros productos financieros vinculados. En cualquier caso, puede constituir una opción interesante a la hora de rebajar la hipoteca.
Todos estos mecanismos mencionados están pensados para las personas que ya tienen contratada una hipoteca y desean rebajar las condiciones de la misma para pagar una cuota menor.
Así, es necesario aclarar que los usuarios también cuentan con poder de negociación para obtener mejores condiciones de la hipoteca en el momento de la contratación. Este hecho es especialmente latente en personas con un alto perfil solvente.