Una historia de superación de las que te ponen los pelos de punta. Así se podría contar la historia de Èric Domingo y su madre Silvia Roldán. Ella tiene esclerosis múltiple y para luchar contra su enfermedad, han realizado 42,195 kilómetros juntos. Un maratón en el que Èric llevaba a su madre en silla de ruedas empujándola hasta cruzar la línea de meta. Un claro ejemplo de que la discapacidad no tiene porque ser una barrera.
No es la primera vez que ocurre, ya que Domingo lleva años participando en pruebas deportivas llevando a su madre en silla de ruedas, ya que esta mujer tiene esclerosis múltiple desde que tiene 25 años. En total han realizado nueve maratones, en lugares como Valencia, Londres, Milán y Abu Dhabi, al que fueron como invitados y en el que batieron el récord Guinness de realizar un maratón empujando una silla de ruedas, con un tiempo de 2 horas y 53 minutos en Barcelona. «Así podemos dar visibilidad e inspirar», dice Èric.
Una carrera que ha sido una fiesta
Èric es muy claro a la hora de hablar de lo que son las carreras para él y su madre. «Cuando hacemos las carreras, es hermoso. Inicialmente ella no sabía qué hacer, si estar callada o hablar. Iba emocionada y callada hasta el final. Pero con el paso del tiempo fue mostrándose extrovertida, como es. Iba entendiendo si yo sufría o no, y decidía si me animaba o me avanzaba. En función de la carrera. , nos dicen cosas. Y ella también les anima. Hacer maratones es bonito, pero los dos nunca quieren perderse ‘Muévete por la esclerosis múltiple‘. ¿La razón? «Es una carrera especial, diferente, donde compartimos muchas cosas con gente que sufre situaciones similares. No es sólo la carrera, es todo el programa de actividades», sentencia ante el medio de comunicación ARA.
Esta carrera, organizada por la Fundación Esclerosis Múltiple en el Circuito de Barcelona-Catalunya. El actor Santi Millán fue el padrino de esta iniciativa que tiene por objetivo recaudar fondos para impulsar los diferentes proyectos que impulsa la FEM para dar apoyo psicológico, laboral y de neurorrehabilitación.
Una fiesta en la que hubo después una gran comunidad, ya que había multitud de actividades para toda la familia, con rocódromos, hinchables y talleres infantiles. Todos los fondos recaudados con esta campaña solidaria se destinarán a los distintos programas de apoyo de la Fundación Esclerosis Múltiple, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas con esclerosis múltiple.
Una vida con esclerosis múltiple
Èric habla de que todo fue «muy duro». Y es que el tan solo tenía siete años cuando su madre comenzó a tener vértigos. «Entonces la ciencia no estaba avanzada como ahora y costó tener un diagnóstico. Fueron un año y medio de pruebas hasta saberlo», asegura.
Cuando tenía unos catorce o quince años, la cosa fue complicándose. » Ataques de vértigo duros y perdió la visión de un ojo», pero la reacción de Éric al ver lo que le estaba pasando a la madre no fue la mejor. «Reaccioné mal, con rabia, maldiciéndolo todo. No lo afronté como tocaba, pero por suerte los padres me educaron bien y con el tiempo fue cambiando mi forma de ver las cosas. Pudo negarlo o podía ser un buen hijo. Es lo que hice», sentencia.
Para él, su madre «es una mujer de aquella generación que haría lo que fuera para salir adelante. Nunca dejó de trabajar, hacía de todo», pero la esclerosis múltiple freno su vida. «En poco tiempo pasó de ir con un bastón plegable y en moto, a necesitar muletas. Y después, silla de ruedas. Tocó cambiar de piso. Vivíamos en un cuarto sin ascensor y tocó ir a un sitio más pequeño», asegura el corredor.