El yogur natural es uno de los alimentos probióticos más saludables que podemos incorporar a nuestra dieta para potenciar nuestro bienestar. Como con cualquier otro, en algún momento seguro que hemos pensado en congelarlo para conservar mejor sus propiedades. Pero, ¿realmente esto es efectivo?. Vamos a ver como afecta a la flora intestinal
En relación a optar por los que más o menos engordan, cabe recordar que el más adecuado es el yogur natural tradicional de toda la vida.
Este no incorpora ningún tipo de aderezo ni complemento, que le haga pasarse al lado oscuro de los productos que tienen grasas saturadas y calorías vacías.
Para conservarlos mejor, lo mejor es optar por mantenerlos en el frigorífico el máximo tiempo posible hasta la hora de su consumición.
Pero, aún así, es cierto que las fechas de consumo preferente de este tipo de productos son más bien cortas. Por lo que quizás pensemos en buscar alternativas que lo ayuden a conservar durante más tiempo sus beneficios intactos.
Por ello, en este artículo, vamos a hablar de si realmente optar por congelar los yogures es una buena alternativa para que este pueda tener una fecha de caducidad más larga.
Siempre manteniendo sus propiedades probióticas y beneficiosas en el mejor estado posible para que no le pueda hacer daño a nuestro estómago.
¿Qué ocurre con el yogur si lo congelamos?
Cualquier tipo de alimento que queramos comprar en el mercado, vamos a poder congelarlo de manera segura para consumirlo en el futuro. Manteniendo todos los beneficios intactos.
A pesar de que la mayoría de los alimentos deben llevar la fecha de congelado en el etiquetado, hay algunos que debido a su composición son susceptibles a modificaciones si optamos por congelarlos.
Como por ejemplo el queso y el yogur. El primero va a cambiar de textura, ya que va a perder consistencia y se va a volver quebradizo si lo congelamos.
Por otro lado, si hablamos de cómo el yogur puede modificar su forma natural en el proceso de congelación, debemos mencionar que este va a cambiar de sabor y de textura una vez descongelado. Algo que podría afectar a la flora intestinal.

En este sentido, los expertos aseguran que los yogures pueden ser consumidos a pesar de que la fecha de vencimiento del fabricante haya pasado el límite permitido.
Por ello, quizás congelar los yogures no sea la mejor opción si quieres alargar su potencia y su sabor durante más tiempo.
Aunque, si quieres hacerlo, el Comité Científico Asesor de Seguridad Alimentaria de la Agencia Catalana de Salud Alimentaria (ACSA) aconseja congelarlos solo si se han seguido 3 criterios:
- Que dicho yogur se conserve siguiendo las indicaciones dadas por el propio fabricante.
- El envase del yogur no se haya abierto o modificado de ninguna manera.
- Una vez descongelado y abierto, no presente ningún tipo de alteración.
Teniendo en cuenta todo esto, ya tienes los conocimientos necesarios para saber si debes comerte ese yogur de tu nevera lo antes posible o congelarlo para consumirlo en el futuro con todas sus consecuencias, teniendo en cuenta nuestra flora intestinal
Así beneficia el yogur a tu flora intestinal
El yogur es uno de los alimentos que más propiedades probióticas incorpora en su composición. Por ello, es perfecto para tratar enfermedades infecciosas. Así como para mantener nuestro cuerpo repleto de bacterias buenas.
Por lo tanto, el consumo de un yogur al día rico en probióticos está muy indicado para personas que son asiduas a sufrir alguna de estas enfermedades.
Además, los expertos en salud aseguran que la cantidad recomendada oscila entre las 2 y las 3 porciones de lácteos en un día. Por lo que incluir uno o dos yogures a tu alimentación diaria solo va a traerte cosas positivas al organismo.