La situación de desempleo es amarga y supone un auténtico quebradero de cabeza para la persona que se encuentre en búsqueda activa de trabajo, aumentando la preocupación y la angustia conforme más edad se vaya cumpliendo. De esta manera, con el objetivo de evitar situaciones de vulnerabilidad y paliar los efectos de la falta de ingresos salariales de un amplio colectivo social, las autoridades, de acuerdo con los sindicatos, han dado un paso de gigante hacia adelante a la hora de establecer nuevas medidas en reforma final del subsidio por desempleo.
El subsidio por desempleo que otorga la Seguridad Social, en este sentido, se perfila como un componente y una ayuda absolutamente vital derivado del sistema de protección social, ya que da apoyo financiero a aquellos trabajadores que han perdido su empleo involuntariamente y no llegan a los requisitos mínimos de cotización para cobrar la prestación contributiva de paro. Por ello, las medidas que se han adoptado en esta reforma final por desempleo están diseñadas para dar un mayor margen económico a quienes se encuentran en una situación laboral cuya banda salarial es menor 1.350 euros al mes.
Por tanto, se trata de un significativo avance social, que abarca no sólo el ámbito de la seguridad laboral, sino que también repercute en el bienestar económico de la ciudadanía y la sociedad en general. Esta ayuda supone una importante red de seguridad para millones de personas que se encuentren en una situación similar, respaldadas y amparadas en momentos de dificultad económica por esta normativa, que también pretende facilitar su reincorporación al sistema laboral.
Compatibilidad de cobrar paro y sueldo
De acuerdo con la reforma del subsidio por desempleo, esta nueva normativa contempla una de las medidas más destacadas y que mejor va a calar entre los colectivos más vulnerables. La Administración ofrece la posibilidad de compatibilizar el empleo con el cobro del subsidio por desempleo: esta medida permitirá que los trabajadores puedan recibir su salario y la prestación por desempleo al mimo tiempo, lo que supone un gran alivio adicional a quienes estén luchando por reincorporarse al mercado laboral, a la vez que rebaja la asfixia de muchas personas y familias a las que llegar a fin de mes de manera solvente les resultaba una utopía.
De este modo, según se ha explicado por parte de las instituciones competentes en esta materia, esta nueva flexibilidad en la normativa entrará en vigor en 2025 tras el primer año de cobro de la prestación. Además, desde el Ejecutivo, en conversaciones con los sindicatos de trabajo, tildan este nuevo paquete de ayudas como una respuesta «concreta» a las necesidades de los trabajadores.
De este modo, los detalles que se han pactado y que han salido a la luz pública incluyen que los colectivos que podrán beneficiarse de esta compatibilidad son aquellos trabajadores que perciban un salario que no supere los 18.900 euros brutos al año; es decir, una banda salarial de 1.350 euros al mes o 225% del Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (Iprem), y que irá decreciendo en el tiempo y en función de la jornada laboral.