Las personas que no han cotizado durante toda su vida a la Seguridad Social o han cotizado por debajo del mínimo exigido para recibir una pensión contributiva de jubilación, tienen la posibilidad de solicitar una pensión no contributiva de jubilación.
Existen pensiones no contributivas, tanto de jubilación como de invalidez. Se trata de una serie de prestaciones habilitadas por el Estado español con el que la Seguridad Social garantiza «la protección adecuada frente a las contingencias y en las situaciones que se contemplan en la Ley General de la Seguridad Social”.
Así, los beneficiarios de la pensión de jubilación no contributiva serán aquellas personas que no puedan acreditar el requisito mínimo de cotización para percibir una prestación contributiva.
En este aspecto englobamos aquellas personas que no han trabajador durante toda su vida; así como aquellos que lo han hecho sin estar dados de alta en la Seguridad Social y cobrando un salario sin declarar a la Agencia Tributaria por sus servicios (algo que no es legal, pero que en ocasiones puede escapar de los instrumentos de la ley)
Pensión no contributiva de jubilación
Este tipo de pensiones no contributivas de jubilación son idóneas por ejemplo para las amas de casa; trabajadoras del hogar que no han cotizado durante su vida y quedan desprotegidas una vez cumplida la edad de jubilación al no cumplir con los requisitos de cotización.
La pensión no contributiva de jubilación ampara a todos los ciudadanos de España mayores de 65 años y que se encuentren en situación de vulnerabilidad.
Además de percibir una prestación económica; la pensión no contributiva de jubilación también contempla la asistencia médico-farmacéutica de forma gratuita y servicios sociales complementarios.
Según los compañeros de ‘CampmanyAbogados’ el mínimo a percibir por el primer punto al año en 2021 está fijado en 1.409,80 euros.
Requisitos para optar a una pensión no contributiva
No obstante, para poder ser beneficiario de este tipo de prestación también es conveniente cumplir con otros determinados requisitos de importancia:
- Tener residencia legal en España, independientemente de haber nacido en España o en otro país.
- Haber cumplido 65 años de edad.
- Carecer de rentas. En este 2021, los ingresos a percibir anualmente deben ser inferiores a 5.639 euros para tener derecho a una pensión no contributiva de jubilación.
En cuanto a la residencia en España, será necesario contar con residencia legal en el país y también haber residido durante al menos 10 años. Además, esta década debe estar comprendida entre la fecha en la que se cumplieron 16 años y la que se empieza a abonar la pensión.
Para más datos, de esos diez años, dos deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores al día de la solicitud para optar a esta prestación no contributiva de jubilación.
En el apartado de la carencia de rentas también es necesario matizar ciertos aspectos. «Si los ingresos son inferiores a la cuantía límite establecida anualmente y se convive con familiares; únicamente se cumple el requisito cuando la suma de las rentas o ingresos anuales de todos los miembros de su unidad económica de convivencia, sean inferiores a las cuantías que se señalan por la norma», añaden desde el Instituto Nacional de BBVA.