Los partidos del Pacto de Toledo se encuentran trabajando en el futuro próximo de las pensiones, que estarán claramente marcadas por la crisis del coronavirus. Como se ha podido saber, no habrá una gran reforma, como las de 2011 y 2013, en las que se subió la edad de jubilación, se definió como iba a ser las revaloraciones y se exigieron más años cotizados.
Pese a no haber grandes cambios, las nuevas pensiones incorporará cambios que afectarán a las personas que se encuentran a menos de cinco años de la jubilación. Todas las miradas apuntan a 2025, cuando la comisión parlamentaria pretende acabar con el déficit de la Seguridad Social.
Nadie duda que a partir de este año se tendrán que asumir nuevas reformas, ya que la que está en vigor termina en 2027, cuando la edad de jubilación legal llegará a los 67 años. Sin embargo, eso aún queda relativamente lejos, y ahora los grupos parlamentrios están centrados en asumir cambios a corto y medio plazo.
El próximo miércoles 9 de septiembre, el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, cerrará las comparecencias ante la comisión. A partir de ahí, los partidos comenzarán a negociar las nuevas recomendaciones para que el Gobierno las ponga en marcha. En este sentido, ningún partido quiere pillarse los dedos al hablar del calendario, ya que todos quieren anticipar un acuerdo antes del fin de año.
Dinero para pagarlas
Como siempre nos sobrevuela la misma pregunta en el terreno económico: ¿Es sostenible el sistema de pensiones?. La situación no pinta demasiado bien debido a que la Seguridad Social destina unos 10.000 millones de euros al mes para abonar todo tipo de pensiones, lo que la deuda del Estado haya aumentado hasta los 55.000 millones, quedando en el Fondo de Reservas apenas 1.500 millones.
«Una de las reglas propuestas es que todo lo que no sea sistema de pensiones propiamente dicho, salga del mismo», explica Íñigo Barandiarán, diputado del PNV en el Pacto de Toledo. De hecho, la idea de la comisión pasa por excluir de la Seguridad Socail el pago de prestaciones como las de orfandad o las SOVI, que serían asumidas por el Presupuesto General.
Este cambio supondría un gran alivio para la Seguridad Social, aunque el erario público tendría que financiarse con impuestos. Asimismo, la ‘patata caliente’ de un cambio en las pensiones de viudedad podría quedar fuera de estas nuevas recomendaciones. Sin embargo, fuentes parlamentarias admiten que para ello es necesaria su transformación porque las condiciones sociales para las que estaban pensadas hace varias décadas son completamente diferentes a las actuales.
El importe de la pensión
Otra de las cuestiones es la capacidad de la pensión para asegurar una vida estable para sus receptores. En este caso, el 36% de las prestaciones son inferiores a 700 euros al mes. Una cifra, que para Íñigo Barandiarán, pide que se «aproximen a parametros de dignidad».
Si para incrementar la protección de las pensiones hacen falta más ingresos, una buena parte tendrían que llegar a través de impuestos o bien recortando otros gastos del Presupuesto. Sin embargo, las conclusiones del Pacto de Toledo son solo recomendaciones, aquí debe ser el Ejecutivo el que las tiene que poner en marcha.
Jubilaciones antes de tiempo
Entorno al 16% de las jubilaciones son ‘antes de tiempo’. Normalmente, los trabajadores suelen pedir la pensión con cuatro años de anticipo con respecto a la edad legal, aunque con sus correspondientes penalizaciones, que van del 6,5% al 8% anual, dependiendo de las cotizaciones. Esta modalidad ha crecido un 66% desde la crisis de 2008.
Por su parte, Escrivá ha declarado que es momento de «desincentivar» las jubilaciones anticipadas. El problema es cómo lograrlo. Por ello, varios miembros del Pacto de Toledo consideran que las actuales penalizaciones son «excesivas» y podrían recomendar cambiarlas al menos en cuanto a los años cotizados.
De esta manera, se pretende introducir en el texto un impulso a la prolongación de la vida laboral más allá de la edad legal para así evitar una salida masiva de cotizantes de los 65 a los 67 años.