El acoso escolar es una realidad en nuestra sociedad. Este se multiplica en el caso de las personas con discapacidad. De hecho, una entrevista reciente ha informado de que al menos un 80% -4 de cada 5- ha recibido bullying en alguna ocasión en el colegio. Además, en 6 de cada 10 casos el acoso se ha prolongado durante años.
Los especialista han señalado que los psicólogos y planes de prevención son dos medidas que ayudarían a prevenir el acoso en las aulas por motivo de discapacidad.
Recientemente se celebró una jornada sobre ‘Bullying y discapacidad en la escuela’. Dicho acto fue organizado por el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD); y la Federación de Enseñanza de USO (FEUSO); con la colaboración del Colegio Oficial de Psicología de Castila y León (COPCYL).
La «invisibilidad del acoso escolar»
El psicólogo y experto en acoso escolar y presidente por Soria del Colegio Oficial de Psicología de Castila y León (COPCYL), Luis Ángel Romero, hizo hincapié en la «invisibilidad del acoso escolar». Asegura que este es uno de los principales motivos de su supervivencia.
Además, destacó la importancia de tener unos buenos protocolos de prevención y la figura de un psicólogo en los centros escolares. Todo ello con el objetivo de poder intervenir de forma prematura, «antes de que la persona esté rota», dijo.
En este sentido, afirmó que, aunque la creencia generalizada es que «el acoso escolar es cosa de adolescentes», el mayor número de casos de acoso escolar se da en 5º y 6º curso de Primaria. Y ante la dificultad de la víctima para aflorar, ofreció algunos consejos a los progenitores, en el caso de que sus hijos les digan que se están metiendo con ellos.
Algunos de los pasos a seguir, según lo recomienda el psicólogo:
- Recopilar bien toda la información
- Registrar los hechos por escrito en la Secretaría del centro educativo
- Hacer un seguimiento de las rutinas del menor en colaboración con el colegio son algunos de los pasos a seguir.
Por su parte, la secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de la Federación de Enseñanza de Unión Sindical Obrera (FEUSO), Inma Badía, definió el acoso como una situación de desequilibrio de poder, en la que un alumno está expuesto, de forma reiterada y continuada a lo largo de un tiempo, a acciones negativas intencionadas por parte de otro u otros compañeros.
Según sus datos, una víctima de acoso tarda más de un año en compartirlo con alguien, convirtiéndose así el bullying en el principal factor de soledad en menores de 16 años.
Señales para detectar el acoso escolar
No obstante, existen señales que pueden ayudar a detectarlo a padres, profesores y la comunidad educativa en general. Entre otras, Badía señaló las diferentes conductas del acosador hacia la víctima, que van desde el maltrato verbal a la violencia física y psicológica. Además, habló de las consecuencias del acoso sobre la víctima, como pueden ser una bajada del rendimiento, la «erosión de la personalidad» o la fobia social.
También desmontó algunos mitos o tópicos sobre el bullying, como el recurrente ‘siempre ha existido y nunca ha pasado nada’ o ‘son bromas, son cosas de chicos’, por citar algunos. Especialmente peligrosos son estos últimos, según Badía, «pues contribuyen a la normalización del acoso», y todo lo que conlleva para las víctimas.