Cómo mejorar tu pensión de incapacidad permanente a partir de los 55 años de edad

Los ciudadanos perceptores de una incapacidad permanente total pueden mejorar su pensión al cumplir los 55 años de edad

Mejorar la pensión de incapacidad permanente./ Licencia Adobe Stock

El reconocimiento de un grado de incapacidad permanente implica la percepción de una pensión mensual con una cuantía determinada. El importe a recibir depende, principalmente, del grado de invalidez reconocido y de la base reguladora del trabajador en el momento del hecho causante.

Además, si una pensión de incapacidad permanente deriva de accidente de trabajo o enfermedad profesional se devenga en 12 pagas al año. Si deriva de accidente no laboral o enfermedad común, la pensión se devenga en 14 pagas al año, con dos pagas extraordinarias.

Aumento de la incapacidad permanente a los 55 años

El reconocimiento de una incapacidad permanente total implica la percepción de una pensión con una cuantía del 55% de la base reguladora del trabajador.

Mejorar la pensión de incapacidad permanente
Mejorar la pensión de incapacidad permanente./ Licencia Adobe Stock

La incapacidad permanente total inhabilita al trabajador para el desarrollo de su profesión habitual o actividades laborales similares. Sin embargo, se puede compatibilizar con otras actividades laborales que no entren en conflicto con las limitaciones que dieron origen a la invalidez.

Normalmente, la incapacidad permanente total guarda una amplia compatibilidad laboral para el ciudadano. Por ello, la cuantía de la pensión de incapacidad es únicamente del 55% de la base reguladora.

En este sentido, la mayoría de ciudadanos busca una actividad laboral compatible para obtener mayores ingresos. Si bien, no siempre es fácil acceder a un nuevo empleo para las personas que tienen reconocida una pensión de invalidez total.

Así, las personas que tienen reconocida una incapacidad permanente total, también se encuentran en una situación asimilada en el ámbito laboral a las personas con discapacidad igual o superior al 33%. Es decir, pueden acceder a las ofertas de empleo público y privado destinadas específicamente para las personas con discapacidad.

Si bien, existe una circunstancia excepcional en la que las personas con una incapacidad permanente total pueden cobrar una cuantía superior referente a su pensión contributiva.

Incapacidad permanente total cualificada

Si una persona beneficiaria de una incapacidad permanente total tiene 55 años o más (sin alcanzar la edad de jubilación) y se encuentra en paro, puede cobrar un 20% más en su pensión contributiva de invalidez.

Es decir, le correspondería percibir una pensión con una cuantía equivalente al 75% de la base reguladora. Esta situación se conoce como incapacidad permanente total cualificada.

La Seguridad Social solamente permite este aumento de la cuantía de la pensión de incapacidad permanente con el grado de invalidez total.

A diferencia de la incapacidad permanente total convencional, la incapacidad permanente total cualificada no es compatible con el desarrollo de una actividad laboral. Es decir, si el ciudadano inicia una actividad laboral en situación de incapacidad permanente total cualificada, volverá a percibir una cuantía del 55% de la base reguladora.

Los ciudadanos deben saber que la incapacidad permanente total cualificada no se adquiere de manera automática. Es decir, el ciudadano deberá solicitar al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) dicha condición, acreditando que cumple con los requisitos necesarios para ello.

«La naturaleza de este grado de invalidez es, en definitiva, la dificultad de encontrar una ocupación remunerada en esas franjas de edad si el afectado tiene además alguna incapacidad», explican los expertos de ‘CampmanyAbogados’.

Hay que aclarar que los grados de incapacidad permanente absoluta y Gran Invalidez también son compatibles con el desarrollo de una actividad laboral. Aunque en estos casos, las posibilidades de compatibilidad quedan más limitadas.

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