Las personas mayores cuando llegan a cierta edad no tienen la misma movilidad que hace años y esto puede llegar a ser un problema, ya que a muchos ancianos les comienza a fallar la coordinación y estabilidad.
Tanto la coordinación como la estabilidad son dos elementos claves para poder desplazarse adecuadamente y sin inconvenientes. En el momento que ambas fallan puede provocar situaciones que pongan en peligro la salud de la persona mayor y limitar su autonomía.
Por ello, una buena solución para poder desplazarse sin problemas, es hacerlo con una silla de ruedas. Sin embargo, elegir la silla adecuada no es tarea fácil, ya que existen muchos tipos de sillas con diferentes características en el mercado.
Por lo tanto, vamos aprovechar este post para ayudarte a elegir y comprar la silla de ruedas adecuada.
¿Qué debo tener en cuenta a la hora de elegir una silla de ruedas?
Todos estamos de acuerdo en que la mejor solución para nuestros mayores, una vez llegados al punto de tener problemas para poder desplazarse de manera independiente, sea comprar una silla de ruedas. Pero ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de comprarla? Te lo contamos.
Uso destinado
Antes de elegir una silla de ruedas debemos tener claro el uso que va a tener dicha silla. Puesto que, no es lo mismo una silla de ruedas para casa que una silla de ruedas para salir a la calle.
Si solamente se va usar en casa es preferible que sea muy ligera y manejable con la que poder hacer desplazamientos sencillos en cualquier espacio.
Una característica muy importante independientemente del uso que se le vaya a dar es que sea plegable. Una silla de ruedas para una persona mayor debería ocupar poco espacio para poder guardarla o incluso transportarla en un vehículo.
Capacidad de movilidad del usuario
Cuando elegimos una silla de ruedas para nuestros mayores debemos tener en cuenta sus capacidades tanto de movilidad como funcionalidad, sin olvidar que con los años esta pérdida no irá a menos sino a más.
Por eso, es recomendable que las sillas de ruedas se adapten a la pérdida de movilidad progresiva asociada a la edad y cumplan con las prestaciones acordes al usuario.
Elegir la talla correcta
Quizá no tenías en cuenta este detalle, pero es algo muy importante, puesto que, si las caderas del usuario rozan con los apoyabrazos laterales, pueden aparecer úlceras y rozaduras en la zona.
Pero, si, por el contrario, el asiento es demasiado grande, la persona puede optar por malas posturas que con el paso del tiempo pueden llegar a ser perjudiciales para ella.
Por eso, antes de comprar una silla debemos medir el ancho de la cadera de cada persona y sumar a esta medida entre 2 y 4 centímetros de margen para los casos en los que vaya más abrigada.
Nivel de autonomía
Al elegir una silla de ruedas otro punto a tener en cuenta es el grado de autonomía de cada usuario. Si va a tener ayuda para desplazarse o no. Para ello, una buena alternativa podría ser una silla de ruedas manual de rueda trasera pequeña.
Con ella se podrá desplazar tanto dentro como fuera de casa, de manera independiente o con ayuda de otra persona. Aunque en el caso de no tener ayuda una silla eléctrica tampoco estaría de más. Todo dependerá de sus facultades.
¿Silla eléctrica o manual?
Esta decisión depende de la movilidad del usuario. Si el anciano tiene cierta movilidad en las extremidades superiores, lo más probable es que pueda utilizar una silla de ruedas manual.
Pero, en el caso de no disponer de movilidad, y tener que desplazarse frecuentemente, lo más recomendable es elegir una silla de ruedas eléctrica.
Material de la silla de ruedas
Algunas veces los compradores se preguntan qué material será mejor a la hora de comprar una silla de ruedas. Pues bien, dependiendo de si es de aluminio o de acero.
El aluminio destaca por su ligereza y el acero por ser más robusto. Aunque cabe decir que ambas son buenas opciones. Por eso, cuando vayamos a decidirnos por una debemos tener en cuenta el peso máximo corporal que soporta cada silla de ruedas.
¿Por qué? Porque si el uso va a ser continuo en diferentes lugares y vamos a transportarla en el coche, etc. Lo ideal es que sea de aluminio, ya que será más ligera.
Por el contrario, si va a ser usada siempre en el mismo entorno y queremos que sea estable y duradera, nos decidiremos por las sillas de ruedas de acero.
Como ves, son muchos puntos a tener en cuenta a la hora de comprar una silla. Todo depende del uso y de cómo sea la persona que vaya a utilizarla.