En los adultos es recomendable tomar diferentes tipos de probióticos para mantenernos saludables y con una microbiota intestinal en condiciones óptimas. Es de suma importancia que nuestro sistema digestivo contenga microorganismos que faciliten la digestión, pero también que fortalezcan al sistema inmunológico.
Sabemos que en adultos la ingesta de probióticos es muy recomendable, pero ¿y en los niños? En este artículo vamos a repasar cómo y cuándo deben de administrarse alimentos con probióticos en los más pequeños, algo que puede ser muy positivo para la salud del menor.
En primer lugar, debemos de tener presente que los probióticos son microorganismos vivos que están en nuestro sistema digestivo. Estos están considerados como bacterias buenas que permiten a nuestro organismo realizar diversas funciones como la digestión o la inmunidad.
El tempeh, el kéfir, el yogur o los quesos fabricados con leche sin pasteurizar son algunos de los productos ricos en probióticos que podemos añadir a nuestra alimentación. Pero hay uno de ellos que quizás es más desconocido para la mayoría de las personas, como son las aceitunas y los encurtidos.
Este tipo de alimentos contienen grandes beneficios para tu organismo. Por lo tanto, se recomienda su consumo que para tener un mejor sistema inmune y para favorecer procesos como la digestión, el estreñimiento o la pérdida de peso.
Cómo actúan los probióticos en niños
Desde que nacemos, nuestro tacto digestivo está invadido por microorganismos vivos que entran al cuerpo mediante la alimentación, la respiración y sobre todo la lactancia, pero también a través de la microbiota materna cuando el niño todavía se encuentra en la barriga de su madre.

Por este motivo, la forma en la que se lleva a cabo el parto es decisivo para la colonización de la microbiota intestinal, pues la cesárea puede llegar a alterar la implantación de ciertas bacterias. De esta forma, en 2-3 años se constituye la microbiota intestinal del niño, siendo fundamental el entorno a la hora de determinar el buen o mal equilibrio de su microbiota.
Debido a la importancia que tiene la flora intestinal en los pequeños, debemos de tener en cuenta la importancia de los probióticos a la hora de remediar diferentes problemas de salud. Por ejemplo, está científicamente comprobado que la ingesta de probióticos por parte de la madre durante el embarazo influye positivamente en el desarrollo de la microbiota intestinal del bebé.
¿Son saludables los probióticos en niños?
Gracias a los probióticos, los adultos pueden conservar en mejor estado su flora intestinal. Esto es algo que también ocurre en los niños, a quienes los probióticos también tienen un importante beneficio para la salud. La ingesta de alimentos cargados en probióticos pueden prevenir y tratar ciertas enfermedades relacionadas con el sistema digestivo o respiratorio.
En caso de que tu hijo sufra de diarrea, los probióticos podrían ayudar a proteger la flora intestinal de estas infecciones. Por lo tanto, ingerir este tipo de alimentos, como por ejemplo el yogur, pueden reducir la duración e intensidad de los síntomas de la gastroenteritis.
Por su parte, en bebés, los probióticos tienen la ventaja de aliviar cólicos, mientras que en niños con la enfermedad de Crohn, contarán con mejor inmunidad cuanto más probióticos tomen. Eso sí, para este caso será imprescindible consultarlo con un especialista que prescriba una solución probiótica para comprar en la farmacia.
Además, los probióticos actuarán para proteger la flora intestinal de los niños y así proteger su organismo de peligros y enfermedades. Por lo tanto, tomar alimentos cargados de probióticos puede llegar a ser muy beneficioso para que los niños puedan prevenir diferentes trastornos, no solo digestivos.