El jamón ibérico es sin duda uno de los productos estrella de nuestro país. Y es que España, junto con Portugal, son los países productores de este manjar que sin duda ha roto fronteras en todo el mundo. Pues el jamón ibérico es de los productos más exportados, lo cual supone también una fuente de ingresos importantes.
Vino, queso y por supuesto, jamón ibérico. Entre todas las exportaciones que España realiza a otros lugares del mundo, sin duda estos tres productos son los más valorados. Hay lugares donde se paga una gran cantidad de dinero por tenerlos en su haber. Esto denota sin duda, que son además productos representativos de España.
Pero, ¿Cuándo se considera un jamón ibérico? Para poder llevar esta denominación, la pieza debe contar con un mínimo del 50 por ciento de pureza de esta raza. Lógicamente, cuanto más porcentaje lleve, mejor de mejor calidad será el producto. Por tanto, el jamón ibérico 100 por cien, es decir, en el que ambos progenitores son de raza ibérica, es el mejor.
Sin embargo, parte del truco cuando se come este manjar se encuentra en la forma de cortarlo. Y es que al contrario de lo que pueda parecer, es también importante y todo un arte para algunos. Tanto es así, que cortar jamón ibérico está profesionalizado. Pues existen cortadores de jamón profesionales muy laureados en el mundo.
ASÍ DEBE CORTARSE UN JAMÓN IBÉRICO
Que el jamón ibérico sea de buena calidad, es sin duda lo más importante. Sin embargo, que esté bien cortado le aporta un plus especial que hace que la experiencia de saborearlo adquiera otro nivel. Por este motivo, existen hoy en día verdaderos profesionales en la materia. Si quieres sorprender a tus invitados o darte un capricho, hay pasos básicos que debes conocer.
El primero es saber por dónde empezar un jamón ibérico. Esto es importante para no desabrochar ni un milímetro del producto. Pues bien, lo primero que hay que decidir para dar este primer paso es si el jamón ibérico se va a consumir en poco o mucho tiempo. El el primero de los casos, se empezará a cortar por la maza con la pezuña hacia arriba. En el segundo caso, lo mejor es empezar a cortar por la zona inferior, con la pezuña mirando hacia abajo.
Una vez decidido por dónde empezar, es fundamental retirar la primera parte de grasa. No olvides reservar algunas de esas zonas de grasa para poder conservar el jamón ibérico. El resto de normas no escritas para obtener el mejor plato de jamón, son las siguientes:
- Utilizar un jamonero que aguante bien la pieza y cuchillos bien afilados.
- Cortar de forma horizontal en dirección contraria a la pezuña, de forma suave para obtener un corte limpio. Y es que es fundamental, que la loncha sea lo más fina posible, casi transparente.
- La mano con la que no se está cortando, debe sujetar el jamón por encima de donde se está haciendo el corte. De este modo, evitaremos accidentes.
- No desaproveches nada. Las zonas mas duras y de hueso, las puedes utilizar para guisos y sopas.
OTROS FACTORES A TENER EN CUENTA
Ya sabemos que el jamón ibérico cuanto más puro sea, mejor calidad tendrá. También que la forma de cortarlo es fundamental y parte de la experiencia. Pero aún hay más. Por ejemplo, saber cómo conservarlo. En este sentido, lo ideal es una vez terminado de cortar, se cubra la zona con las lonchas de tocino que habíamos reservamos y cubramos con un paño limpio y seco.
La forma en que se sirve también aporta un plus de nivel a la experiencia. En este sentido, debemos tener en cuenta que además del corte, es importante servir el jamón ibérico a una temperatura de unos 20 grados. En caso de que haga calor, lo mejor es conservarlo en la nevera y sacarlo poco antes de servirlo.
También conforme a la presentación. el jamón ibérico debe ir en un plato bien distribuido en lonchas. Nada de ir amontonado. Aquí se reflejará el buen corte realizado. Y para ello, no olvides tener un buen cuchillo jamonero afilado de hoja fina para que los cortes sean precisos.