Cobrar una pensión en España significa tener acceso a un dinero de forma mensual por cumplir la persona unos requisitos para ello. Algunas de las pensiones más conocidas son por jubilación, discapacidad o desempleo. Pero son muchas más las que contempla el Gobierno con objeto de cubrir a sectores de la población específicos que lo necesitan. Eso sí, para cualquier prestación, el solicitante debe cumplir con unos requisitos muy específicos.
Por lo habitual, podemos distinguir entre pensión contributiva y pensión no contributiva. En el primero de los casos, se trata de prestaciones económicas que están supeditadas, por lo general, a que el beneficiario haya tenido una relación jurídica previa con la Seguridad Social y cumpla una serie de requisitos en función del tipo de pensión. En el caso de las no contributivas, a groso modo, se trata de prestaciones que se reconocen a los ciudadanos que carecen de recursos suficientes para su subsistencia.
Ingreso mínimo que permite acceder a la pensión no contributiva
La pensión no contributiva es una prestación económica que la Seguridad Social concede a sectores de la población, que carecen de los recursos económicos necesarios para vivir. De hecho, se trata de una pensión que se concede a personas a pesar de no haber cotizado nunca a la Seguridad Social o no haberlo hecho durante el tiempo estipulado. En el sistema de pensiones nacional, se contemplan dos tipos de prestaciones: la de jubilación o la de invalidez.
Pero, ¿Qué cuantía reciben las personas a las que se les concede una pensión no contributiva? Esta cifra se determina cada año en la Ley de Presupuestos Generales del Estado. En este sentido, en 2025 el incremento de este tipo de prestaciones ha sido del 9 por ciento, lo que significa, que el importe anual se ha situado en los 7.905,80 euros, para ambos casos: jubilación e invalidez. No obstante, para determinar cada caso particular, se debe contar con si el beneficiario cuenta con ingresos o el de beneficiarios de pensión no contributiva integrados en la misma unidad económica de convivencia.
Pero, ¿Cuál es el ingreso mínimo que permite acceder a una pensión no contributiva? La Seguridad Social establece que para percibir una prestación no contributiva, el solicitante debe carecer de ingresos o estos ser en cómputo general menores a los 7.905,80 euros al año. Además, se tiene en cuenta que si el solicitante convive con familiares, la suma de las rentas o ingresos anuales de todos los miembros de su unidad económica de convivencia tienen que ser inferiores a determinadas cuantías.
Requisitos para acceder a este tipo de pensiones
La Seguridad Social establece los requisitos para acceder a la pensión no contributiva, dependiendo si el acceso es por jubilación o por invalidez. En el caso de jubilación, los requisitos son:
- Tener 65 años o más en la fecha de la solicitud
- Residir legalmente en territorio española durante 10 años, entre los 16 años y la fecha de devengo de la prestación, de los cuales dos años tienen que ser consecutivos y anteriores a la solicitud de la prestación.
En el caso de la acceder por invalidez, los requisitos son:
- Ser mayor de 18 años y menor de 65 en la fecha de la solicitud
- Residir legalmente en territorio español durante cinco años, los dos últimos seguidos justo antes de la fecha de la solicitud
- Tener una discapacidad o enfermedad crónica en un grado igual o superior al 65 por ciento.