Las cotizaciones a la Seguridad Social durante la vida laboral son un elemento imprescindible para la cuantía de la futura pensión de jubilación. Así, muchos ciudadanos se preguntan cómo afectan los periodos de baja laboral por incapacidad temporal a la pensión.
En España, para tener derecho a una pensión contributiva de jubilación es necesario haber cotizado durante, al menos, 15 años a la Seguridad Social. Además, dos de esos años deben ser inmediatamente anteriores a la jubilación.
La mayoría de cotizaciones a la Seguridad Social se realizan a través del pago del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) asociadas a la actividad laboral de cada ciudadano.
Incapacidad temporal y jubilación
En este punto, algunos ciudadanos tienen dudas sobre qué ocurre con las cotizaciones en los periodos de baja laboral por incapacidad temporal. Es decir, periodos en los que el trabajador no realiza su actividad laboral al presentar una lesión o enfermedad temporal.
Durante el periodo de baja laboral, el trabajador percibe una prestación económica que, normalmente, es inferior a la base reguladora de su salario habitual en el trabajo. La cuantía de la prestación depende del origen de la baja laboral: Accidente de trabajo, enfermedad profesional, accidente no laboral o enfermedad común.
En cualquier caso, durante el periodo de baja laboral, el trabajador no deja de cotizar a la Seguridad Social. Es decir, la empresa sigue ejecutando las correspondientes cotizaciones que forman parte de la actividad del empleado. Este es un aspecto clave de cara a la jubilación.
Si bien, hay que tener en cuenta el porcentaje de prestación por el que cotizan los ciudadanos con una incapacidad temporal en España. En caso de enfermedad común o accidente no laboral, la cuantía de la prestación de incapacidad temporal es del 60% de la base reguladora desde el día 4 hasta el 20, ambos incluidos. Del día 21 en adelante, el trabajador tiene derecho al 75% de la base reguladora.
Por su parte, si la incapacidad temporal deriva de accidente de trabajo o enfermedad profesional, el porcentaje de la incapacidad temporal es del 75% de la base reguladora desde el primer día. En todos los casos, es posible que exista un Convenio Laboral por el que la empresa complemente la cuantía de la prestación hasta el 100% de la base reguladora.
Acceso a la jubilación
Por tanto, la baja laboral por incapacidad temporal puede suponer una reducción de las cotizaciones del trabajador a la Seguridad Social. Sin embargo, hablamos de un efecto mínimo.
Hay que tener en cuenta que una baja laboral por incapacidad temporal puede tener una duración máxima de dos años, aunque por norma general no suelen extenderse más allá de los primeros 365 días. Todo depende del criterio de los servicios públicos de salud, mutua y el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Con todo ello, la Seguridad Social exige la cotización de un número de años específicos para tener derecho a cobrar el 100% de la base reguladora de la pensión de jubilación en España. En 2023, es necesaria una cotización de, al menos, 36 años y medio.