En pleno mes de julio, muchas son las personas que viajan a la costa para disfrutar de las vacaciones. El descanso perfecto para desconectar de la rutina: playa, buen tiempo y baños en el agua. Sin embargo, todo no es de color de rosa y nos encontramos ante posibles problemas para la salud que podemos ver en nuestras vacaciones, como son las picaduras de medusa.
Las medusas también son protagonistas en un verano marcado siempre por la arena, los chiringuitos, el mar y el sol. Son uno de los miedos de los bañistas a la hora de tomarse un chapuzón, ya que una picadura de puede amargar el día.
De hecho, el Ministerio de Sanidad recuerda que las picaduras de medusas, junto a las consecuencias de la exposición prolongada al sol y las lesiones medulares asociadas a zambullidas son algunos de los principales riesgos para la salud que se asocian al verano.
Las picaduras de medusas, un clásico del verano
Cada vez son más los casos que encontramos de presencia de medusas en España, sobre todo en el mar Mediterráneo. Esto se debe a que los animales son arrastrados por las corrientes marinas, que alcanzan las playas dificultando e impidiendo el baño e incluso el paseo por la arena.
Los expertos explican que las medusas tienen células urticantes, cuyo contenido liberan para defenderse de algún peligro o para capturar presas. En el caso del ser humano, la mayoría de los incidentes ocurren por contacto accidental con las medusas durante el baño, al ser pisadas o manipuladas.
Además, destacan que por norma general las picaduras de las medusas no suelen ser graves. Y es que el contacto con medusas vivas, muertas o con restos de ellas se caracteriza por dolor y/o un picor intenso e inmediato en la zona. De hecho, puede aparecer reacciones locales con enrojecimiento, inflamación y vesículas pequeñas. En casos más extraños se da la aparición de sintomatología general como náuseas, vómitos y calambres musculares. Los casos más graves pueden presentar pérdida de conciencia con el consecuente riesgo de ahogamiento.
Desde el Ministerio de Sanidad alertan de que el mayor riesgo es no ser conscientes del peligro que puede suponer el contacto con las medusas. Deben de tener mucho cuidado las personas con un historial de alergias o con problemas cardiacos. Además, se debe extremar la vigilancia a los niños pequeños.
5 consejos para actuar ante la picadura de una medusa
Desde el Ministerio de Sanidad han elaborado un listado con cinco consejos en caso de que hayas sido picado o hayas tocado una medusa:
- Hay que limpiar la zona afectada por la picadura. Lavar, sin frotar la zona, siempre usando agua salada (en el propio mar) o en su defecto suero salino. Nunca utilizar agua dulce, ya que por diferencias de presión osmótica los restos de células urticantes que persistan podrían explotar y difundir más veneno.
- Avisar al socorrista más cercano o acudir al puesto de socorristas para ser atendido.
- Si hay restos de tentáculos adheridos a la piel, se debe eliminar cuidadosamente. Para ello se debe utilizar unas pinzas o un mecanismo que asemeje el modo de una pinza, como el uso de dos tarjetas. Nunca tocar la zona directamente con las manos.
- Posteriormente, se puede aplicar frío (no más de 20 minutos) sobre la zona afectada usando una bolsa de plástico que contenga hielo, para evitar la inflamación y reducir el dolor. No aplicar hielo directamente ya que puede producir quemaduras.
- Evitar la exposición de la herida a la luz solar, así como rascarse.
Así que ya sabes lo que debes de hacer ante una picadura de medusa. Y recuerda que si el dolor es muy intenso o el estado de la persona empeora progresivamente, deberá avisar nuevamente al socorrista o acudir de inmediato a un centro médico.