Las grandes ciudades de todo el mundo se enfrentan cada vez más a retos relacionados con la sostenibilidad, el acelerado crecimiento de la población urbana y la digitalización. De hecho, las metrópolis consumen ya más del 75% de la energía mundial y generan el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero, según un estudio de ONU-Habitat.
En este contexto, los espacios de vivienda compartida, conocidos como coliving, han dado un paso adelante y se han convertido en una solución innovadora para el desarrollo de las ciudades inteligentes. Además de ofrecer habitaciones y espacios más eficientes, también promueven la vida en comunidad, la flexibilidad y el uso compartido de recursos, que son fundamentales para el futuro de las ciudades.
Lugares como Barcelona están integrando el servicio coliving como parte de sus estrategias urbanas, debido a su potencial para ofrecer soluciones de vivienda más sostenibles y adaptadas a las necesidades de los residentes. David Uriarte, CEO de Aticco Living, asegura que “este modelo de vivienda optimiza el uso de infraestructuras urbanas y contribuye a reducir el consumo energético y el impacto ambiental, aprovechando al máximo cada metro cuadrado disponible».
5 beneficios del coliving dentro de las ciudades inteligentes
Aticco Living, el brazo coliving de Aticco, ha sido uno de los referentes en la implementación de soluciones que promueven una vida más conectada y adaptada a las necesidades del entorno urbano moderno. Por ello, y con su expertise, comparten algunos de los beneficios del coliving en el crecimiento de las smart cities.
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Eficiencia en recursos básicos: El coliving es una buena solución para optimizar el uso compartido de espacios y servicios, ya que ayuda a reducir el consumo de energía, agua y otros recursos básicos. Además, estos entornos suelen integrar tecnologías innovadoras, como sistemas de iluminación, calefacción y refrigeración, y materiales ecológicos y energías renovables. En cuanto a la construcción, reutilizan infraestructuras que ya existen en lugar de construir desde cero para contribuir con los objetivos de sostenibilidad.
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Sinergias sociales: Este tipo de modelos fomentan la creación de comunidades donde profesionales de diversos campos e intereses pueden colaborar, generar networking y compartir conocimientos e ideas. “Las conexiones y la innovación social son fundamentales para fortalecer el tejido urbano y mejorar la calidad de vida de las grandes ciudades. La soledad es un problema grave en nuestra sociedad y el coliving al impulsar la comunidad ayuda a mitigarla”, indica Uriarte.
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Digitalización: La digitalización es una nueva era que ha llegado para quedarse, especialmente en las ciudades más importantes del mundo. Los espacios coliving no han querido quedarse atrás, por lo que están cada vez más comprometidos con esta transformación digital, utilizando plataformas que facilitan la gestión de reservas, la administración de servicios o el acceso seguro. Además, estos entornos están diseñados para ofrecer a los residentes la opción de conectarse de una manera fluida y eficiente.
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Flexibilidad: Uno de los grandes beneficios de este modelo de vivienda es la flexibilidad, ideal para los residentes que necesitan un hogar donde quedarse tanto a corto como medio plazo, sin restricciones en contratos de larga duración. Se trata de una solución para jóvenes, profesionales, emprendedores o nómadas digitales que buscan un lugar que se adapte a sus necesidades y cambios de estilo de vida.
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Transporte y movilidad: la gran mayoría de viviendas coliving están estratégicamente ubicadas en zonas bien comunicadas de la ciudad. Un ejemplo claro es Aticco, ya que sus espacios se encuentran en el centro de Barcelona, donde hay fácil acceso al transporte público como es el autobús, el metro o vehículos sostenibles como las bicicletas eléctricas. De esta manera, los residentes disfrutan de una movilidad urbana óptima, al mismo tiempo que se reducen las emisiones de carbono. Además, suelen tener cerca numerosos comercios, como supermercados, quioscos, farmacias, entre otros.
El coliving contribuye a disminuir la huella de carbono y a mitigar los efectos del cambio climático, alineándose con los objetivos globales de sostenibilidad de las ciudades inteligentes.