La Seguridad Social contempla diferentes tipos de jubilación en España. Si bien, lo más habitual es que los trabajadores abandonen la vida laboral al cumplir la edad ordinaria de jubilación y pasen a cobrar la pensión contributiva correspondiente.
Actualmente, en 2023, la edad ordinaria de jubilación es de 66 años y cuatro meses para las personas que han cotizado menos de 37 años y nueve meses a la Seguridad Social. También es de 65 años para las personas con una cotización igual o superior a 37 años y nueve meses.
Si bien, una opción para retirarse de la vida laboral es acogerse a la jubilación demorada. Además, con esta modalidad es posible obtener diferentes beneficios económicos.
12.000 EUROS EXTRAS EN LA JUBILACIÓN
Los expertos de ‘CampmanyAbogados’ señalan que «la jubilación demorada, también llamada jubilación diferida, es una opción voluntaria disponible actualmente para los trabajadores que han alcanzado la edad ordinaria de jubilación pero deciden prolongar su vida laboral en lugar de retirarse».
Es decir, la jubilación demorada permite a los trabajadores seguir cotizando y trabajando por encima de la edad ordinaria de jubilación. A cambio, la Seguridad Social ofrece unos incentivos económicos a los trabajadores.
Estos nuevos incentivos de la jubilación demorada se recogen en la reforma de pensiones del año 2022. Se trata de una medida destinada a dotar de sostenibilidad al sistema de pensiones actual, ya que uno de los objetivos del Gobierno de España es acercar la edad efectiva de jubilación a la edad ordinaria.
La jubilación demorada puede ser una opción ideal para aquellos trabajadores que quieran acumular una mayor cantidad de dinero junto a su pensión contributiva; así como para aquellos trabajadores con gran apego a su actividad laboral.
Los incentivos significan que «se puede percibir un complemento económico como premio por permitir, a la Seguridad Social, ese retraso del pago de la pensión de jubilación. Y dicha bonificación por jubilarse más tarde no se basa en un pago único: ¡se va percibiendo cada año!», tal y como informan los expertos de ‘CampmanyAbogados’.
Para acceder a la modalidad de jubilación demorada es imprescindible haber cotizado, al menos, 15 años a la Seguridad Social, que es el requisito mínimo para tener derecho a la pensión contributiva.
INCENTIVOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Los trabajadores que se acogen a la jubilación demorada tienen la posibilidad de elegir entre tres incentivos diferentes que ofrece la Seguridad Social:
- Un 4% adicional de la base reguladora por cada año extra cotizado a la Seguridad Social por encima de la edad ordinaria de jubilación. El importe final se suma a la cuantía de pensión de jubilación.
- Un cheque anual por cada año adicional cotizado a la Seguridad Social, que oscila entre 4.786,27 euros, y 12.060,12 euros como máximo. La cantidad a percibir depende de las cotizaciones previas del trabajador a la Seguridad Social.
- Una combinación de los dos incentivos anteriores.
Con solo un año de cotización extra, algunos ciudadanos pueden conseguir hasta 12.000 euros para su pensión de jubilación, lo que supone una interesante opción.
La selección del incentivo por parte del trabajador se tendrá que llevar a cabo cuando adquiera el derecho a recibir el complemento de jubilación demorada. Si bien, este incentivo no se podrá modificar de manera posterior, aunque es compatible con la jubilación activa o flexible.
Finalmente, hay que tener en cuenta que la Seguridad Social también ofrece una serie de ventajas a las empresas que cuenten con trabajadores que acceden a la jubilación demorada.
Al respecto, los expertos de ‘CampmanyAbogados’ argumentan que «la ley dicta que las empresas con empleados en situación de jubilación demorada están exoneradas de cotizar por contingencias comunes, excepto por . Sin embargo, por contingencias profesionales sí permanece la obligación de cotizar».