La finalidad de las pensiones no contributivas es proporcionar los recursos necesarios a personas que carecen de ellos, incluso si no han cumplido con el periodo mínimo de cotización que se exigen en la Seguridad Social. Sin embargo, hay circunstancias que pueden hacer que estas pensiones se pierdan sin que el beneficiario de la pensión lo sepa como, por ejemplo, recibir una herencia y no informar debidamente de ello.
Al recibir una herencia, estás recibiendo un ingreso extra que tienes que poner en conocimiento de las autoridades. De esta forma, te podrán informar de cómo debes proceder para poder seguir recibiendo la pensión no contributiva.
El Gobierno tiene la responsabilidad de garantizar condiciones de vida mínimas para las personas mayores o con una discapacidad reconocida. Y es por eso por lo que existe la posibilidad de de optar a este tipo de prestaciones, las cuales dependen de los ingresos anuales de cada persona de forma individual.
El plazo para no perder la pensión no contributiva
Cuando se recibe una herencia, es importante tener en cuenta que no se deben superar los límites de ingresos aanuales establecidos según la situación de cada persona de forma individual.
Pero además de esto, se deberán realizar dos trámites adicionales para poder seguir manteniendo la pensión no contributiva:
- En primer lugar será necesario informar a la Seguridad Social sobre el cambio en las condiciones económicas dentro de un plazo de 30 días, es decir, un mes.
- Durante los primeros tres meses del año, se deberá presentar una declaración de los ingresos totales de la unidad de convivencia en la que está inscrito el beneficiario.
Si no se cumplen estos dos requisitos, el pago de la pensión no contributiva podrá ser suspendido de forma inmediata, lo que seria una situación muy complicada para las personas que no tienen otros ingresos.
Requisitos para solicitar la pensión no contributiva
La Seguridad Social establece los límites de ingresos anuales, los cuales determinan los requisitos para ser beneficiario de una pensión no contributiva. Actualmente, el umbral establecido es de 6.784,54 euros anuales.
No obstante, estos límites pueden variar si se convive con otros miembros de la familia. En el caso de unidades familiares compuestas por dos personas, el límite asciende a 11.533,72 euros anuales. Si son tres personas, el límite se sitúa en 16.282,90 euros, y en el caso de cuatro personas, en 21.032,08 euros.
Además, el grado de parentesco de los convivientes también es un factor a considerar. Si la unidad familiar incluye hijos o padres, los límites de ingresos aumentan de la siguiente manera: 28.834,30 euros para dos convivientes, 40.707,25 euros para tres convivientes y 52.580,20 euros para cuatro convivientes.