El pasado 13 de enero se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión. Este día sirve para concienciar y sensibilizar a la población de que cualquier persona puede sufrir depresión, sin distinción de edad, género o nivel socioeconómico. Y es que la depresión es la principal causa de discapacidad en el mundo, según recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En España, según datos de 2020 de la Encuesta europea de salud difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay 2,1 millones de personas con un cuadro depresivo. Eso representa al 5,25 % de la población mayor de 15 años de todo el país. 230.000 personas sufren una depresión grave. Estas cifras sitúan a España como el país de la Unión Europea con más prevalencia en depresión, sólo superado por Grecia.
Estas cifras dibujan un escenario en el que se mantendrá esta tendencia. «Hoy en día, aún persisten las consecuencias de la pandemia. Sobre todo a nivel socioeconómico. Por lo tanto, la afectación en la salud mental de la población sigue siendo significativa. Cuenta con un elevado impacto a nivel emocional y por tanto en el desarrollo de sintomatologías depresivas». Así alerta Eva Varela, psiquiatra y directora del centro Mentalia Montreal Área Norte.
Algunos de los síntomas más frecuentes de la depresión son los sentimientos persistentes de:
- Tristeza
- Ansiedad
- «Vacío»
- Irritabilidad
«Un abordaje profesional temprano es clave» para la depresión
Además, hay una gran cantidad de otras sintomatologías que también pueden estar relacionadas con este tipo de enfermedad. «Detectarlos no siempre es fácil. Si bien un abordaje profesional temprano es clave, así como garantizar una gran empatía y comprensión en las personas con depresión por parte de sus allegados». Así lo recuerda la directora de Mentalia Montreal.
«Todos estos síntomas afectan la vida de los pacientes limitando aspectos de su día a día diaria como el trabajo, los estudios, la dinámica familiar o las relaciones afectivas y sociales». Así lo explica Eva Varela. A su vez señala que «en los casos de gravedad extrema, hay que prevenir que los pacientes lleguen a presentar intentos de suicidio o pensamientos recurrentes sobre la muerte o quitarse la vida».
Se requiere empatía y, sobre todo, tratamiento profesional
Los expertos de Mentalia Salud hacen hincapié en que el entorno más cercano a la persona afectada no siempre sabe cómo reaccionar o ayudar de forma adecuada, y eso puede generar culpabilidad, frustración e incluso enfado.
«Es importante no culpabilizarse ni tomarnos las emociones o el comportamiento de la persona que está sufriendo depresión como algo personal. Debemos evitar realizar comentarios que puedan invalidar los sentimientos de esa persona y brindar apoyo y compañía, pero sin preguntar de forma excesiva o estar continuamente pendientes de su estado emocional», detalla Eva Varela. Además, destaca la importancia de ayudar y motivar a la persona con depresión para que busque apoyo profesional.
Los beneficios de mantener hábitos saludables
Las investigaciones científicas relacionan cada vez más la salud mental con la física, de ahí la importancia de mantener unos hábitos de vida saludables que ayudan a mejorar el estado emocional de las personas.
«Si se mantienen unos hábitos de vida saludables, basados en una alimentación equilibrada, ejercicio físico habitual, un sueño adecuado en calidad y cantidad, así como reducir los estresantes de la vida diaria en la medida de lo posible, será de gran ayuda en la prevención y tratamiento de los trastornos depresivos, siempre como coadyuvante del tratamiento especializado», puntualiza la profesional en psiquiatría.