Una hipoteca es una ayuda en forma de préstamo que el banco te hace para que puedas afrontar un pago grande. Normalmente se solicita para comprar una vivienda o iniciar un proyecto. Pero cuidado, el trámite no es tan fácil como parece y en ocasiones no estar pendientes de la ‘letra pequeña’ puede acarrearnos más de un problema.
Lo importante a la hora de pedir una hipoteca es que evalúes minuciosamente los acuerdos del contrato para descartar que haya alguna cláusula abusiva. Pero, ¿qué es esto? Las cláusulas abusivas son aquellas que la entidad financiera incluye sin ser negociada con el cliente. En ocasiones, quedan parapetadas tras un lenguaje ambiguo y difícil de entender.
Para evitar estas situaciones y estar preparados para afrontar estas gestiones, es importante conocer las cláusulas abusivas más comunes que nos podemos encontrar a la hora de contratar una hipoteca.
¿Cómo identificar las cláusulas abusivas de nuestra hipoteca?
Si la entidad financiera incluye una cláusula en la hipoteca sin explicársela al cliente, puede considerarse abusiva. Del mismo modo ocurre con toda estipulación que conlleve un perjuicio claro y vulnere los derechos del cliente. En cualquiera de estos casos, la parte afectada está en su derecho de reclamar gastos de hipoteca.
Esta ha sido una práctica habitual por parte de los banco durante años. Afortunadamente, hoy día están perfectamente acotadas y clasificadas como cláusulas abusivas. Estas son las más comunes:
Cláusula suelo
Es aquella en la que el banco establece un interés mínimo de tipo fijo en un préstamo que es a tipo variable. De esta forma, aunque el nivel por el que medimos el variable de nuestra hipoteca se fuese a mínimos, el banco aplicaba esta cláusula para seguir obteniendo beneficios.
Si esto ocurre, el cliente debe reclamar, tras lo cual, la deuda de la hipoteca se recalcula aplicando únicamente el interés acordado en el contrato más su diferencial. Además, la cláusula suelo se elimina y el banco tendrá que devolver al cliente lo que este haya pagado de más por su aplicación.
Cláusula de intereses de demora
Esta práctica está ya más controlada, pero años atrás, los bancos aplicaban intereses de demora de más del 16%. Actualmente, estos intereses no no pueden superar tres veces el interés legal del dinero.
Cláusula de vencimiento anticipado
Con esta cláusula los bancos podían iniciar un proceso de embargo desde que el cliente se atrasaba en el pago una sola cuota. En la actualidad, las entidades financieras solo pueden embargar una vivienda si el hipotecado deja de pagar un mínimo de 12 cuotas.
Cláusula sobre gastos de la hipoteca
Con esta cláusula el cliente debía hacerse cargo de pagar todos los gastos relacionados con la escritura del préstamo hipotecario. Afortunadamente, el Tribunal Supremo declaró abusiva esta cláusula en 2015.