Francisco García, conocido como Cisco, es un tenista español con discapacidad que vive anclado a una silla de ruedas desde que tuvo un accidente en 2015, cuando practicaba ‘snowboard‘. «La vida en silla de ruedas es mucho más sencilla y divertida de lo que parece», señala esta persona, para la que el deporte ha sido vital en su vida, ya que el tenis «tuvo mucho que ver» en que pudiese recuperar su «autoestima».
«Cuando te quedas en silla, crees que es como lo que te ha enseñado la DGT toda la vida y para mí es una adversidad más de la vida. Lo que pasa es que es más visible. La aceptas y tiras para adelante feliz», reconoció García en una entrevista a Europa Press en su papel de embajador de la carrera ‘Wings for Life’ de Red Bull.
Recuerda que mucha gente cuando lo veía pensaba que «pobrecito» y le miraba con «pena». Sin embargo, eso cambió, «a lo mejor sigue existiendo, pero no lo percibo por mi confianza o porque mucha gente ya también me conoce. Sí que creo que está cambiando esa percepción, también por un montón de gente que aparece en redes con algún tipo de discapacidad. Al final hay un 10 por ciento de la sociedad que tiene algún tipo de discapacidad, lo que pasa es que no se les ve tanto por la calle».
«Lo que más nos gusta a cualquier persona con discapacidad es que la traten con normalidad»
El deportista con discapacidad andaluz cree que se está «avanzando bastante» y que lo que buscan las personas con alguna discapacidad es «normalización, no integraciones. Me gusta siempre decir que vivir en silla no es tan duro como uno cree, no se hace nada extraordinario. Lo que más nos gusta a cualquier persona con discapacidad es que la traten con normalidad».
«En los años 90 habría sido una cosa más ‘chunga’. A mí me hace gracia mucha gente que dice antes vivíamos mejor que ahora cuando vivimos superbién. La gente siempre prefiere decir que antes se vivía mejor porque ahora no te esfuerzas a lo mejor lo suficiente, pero si te esfuerzas lo suficiente puedes llegar allí. Hay mucha queja y eso me da mucho ‘coraje’. En vez de mirar para fuera, mira de ti para dentro, qué puedes mejorar», añadió el deportista cordobés.
Cisco García reconoce que antes de su accidente ya le encantaba el deporte y hacía «un poco de todo». «Para mí era clave y estando en silla también lo siguió siendo, incluso durante una parte fue más importante. Por eso ahora voy como un ‘cohete’, al ‘año y pico’ de lesionarme ya iba solo, pero hasta ese tiempo fue una lucha».
«Trabajé para recuperar mi confianza, mi autoestima, fue un trabajo diario y el tenis tuvo mucho que ver porque cuando te quedas en silla toda tu autoestima se va a los suelos y te crees que cualquier otro por el hecho de andar es mejor que tú. Veía que lo hacía bien y me ayudó mucho. A todo el mundo le recomiendo que haga deporte, aunque no tenga grandes problemas. Para la cabeza, si estás muy estresado con el trabajo, lo haces y sales con un tiro. Lo que pasa es que al principio cuesta trabajo, pero como todo en la vida. Y en ese sentido, el tenis fue lo que más me ayudó», apuntó el deportista con discapacidad.
La importancia de tener en España el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo
Cisco García es además un gran ‘influencer’, escritor y colaborador de televisión. «A mí me gusta mucho estar en muchas cosas. A mi cabeza le viene muy bien estar en muchas cosas a la vez, si estuviera solo en una, creo que me acabaría aburriendo. Y me gusta, me gusta un montón y tenemos nuevos proyectos», explica en una entrevista.
«Me gustaría decir que sí, pero es que como la vida me va cambiando tan, tan rápido. Desde que he tenido los dos hijos ha sido una locura, ya miras más por ellos que por ti y tengo que medir todo muy bien, el estar menos tiempo fuera por ellos y no perderme a mis hijos. Además, el tenis ya es un agujero económico brutal, me gasto a lo mejor 24.000 euros al año. Quiero estar por lo menos 5 ó 6 años porque me gusta mucho y me lo paso muy bien, lo de competir me da la vida, pero al final la vida te sorprende», manifestó.
Finalmente, el deportista alabó el papel en su vida del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. «Es un hospital increíble, especializado en lesión medular, donde saben cómo tratarte a nivel psicológico y físico. Potencia mucho el deporte y lo hacen muy bien porque te enseñan ‘handbike’, tenis o natación, tienen de todo. Tenemos la suerte de tener un hospital de salud de ese nivel aquí en España y encima público, es una maravilla».